$3 millones para pagar rentas de los que no pueden: la meta que está a punto de cumplir una inmigrante en California

Antes de que Sarahí Mendoza anticipó que impactaría con fuerza a sus vecinos en East Palo Alto, una pequeña ciudad del norte de California donde el 62% de la población es hispana.
Aunque ese municipio está en el corazón de Silicon Valley, una región famosa por sus empresas de alta tecnología, allí el 12.6% de sus habitantes son pobres y ni en sueños pueden comprar una vivienda en esa zona, cuyo valor promedio es de 700,000 dólares, según datos de la Oficina del Censo.
“Cuando empezó todo lo de la pandemia supe desde muy temprano que la comunidad indocumentada iba a ser una de las más afectadas, porque no iban a calificar para ninguna asistencia del gobierno”, dice Mendoza en una entrevista con este medio. “Muchas veces son los más olvidados”, lamenta.
En 2014, cuando Mendoza todavía era indocumentada, creó la aplicación Dreamers Roap para que estudiantes sin papeles reciban asistencia financiera. Esa misma iniciativa le sirvió a esta joven para ayudar a otros inmigrantes, los que ahora no tienen dinero para pagar la renta ni comprar alimentos.
Así nació la campaña #FirstOfTheMonth, primero del mes, por la fecha en que los inquilinos deben enviar el alquiler a sus caseros. Dreamers Roap se unió a las organizaciones Kafenia y Live In Peace con el fin de crear un fondo de emergencia. Ya cumplieron el primer objetivo, colectar un millón de dólares, ayudando a 298 familias de bajos recursos en el área de la Bahía de San Francisco, de las cuales el 95% son hispanos. Ese dinero se recaudó en solo 10 días.
“Nos inspiró para poder hacer una nueva meta de dos millones de dólares”, comentó Mendoza.
A la fecha, los tres grupos han colectado más de 1.7 millones de dólares y esperan alcanzar pronto a la cifra deseada. Cuando eso ocurra, esperan ayudar a por lo menos 300 familias que están en riesgo de quedar en la calle.
"Los vecinos tienen que apoyar a los vecinos"
Más de 40 millones de estadounidenses perdieron su trabajo por el brote del coronavirus. El impacto se ha sentido más fuerte en California, el estado con más solicitudes de subsidio por desempleo.
Al quedarse sin ingresos, miles de familias dejaron de pagar la renta, prefiriendo gastar en alimentos y medicina. El Consejo Nacional de Viviendas Multifamiliares (NMHC) reporta que en mayo el 93.3% de los inquilinos en 11.4 millones de apartamentos “hizo un pago completo o parcial” del alquiler. En abril lo hizo el 91.7%.
“Muchas familias han perdido sus ingresos debido al covid-19 y nuestro objetivo es garantizar que tampoco pierdan sus hogares”, señala Live In Peace sobre la campaña #FirstOfTheMonth. “Somos vecinos que entienden en momentos como estos, los vecinos tienen que apoyar a los vecinos”.
En East Palo Alto, donde el ingreso anual promedio es de 64,799 dólares, que es bajo comparado con el alto costo de vida en Silicon Valley, el pago de alquiler es de unos 1,684 dólares, según el Censo.
“Algún día se lo pagaremos con algo (…) Se aprecia el gesto de su parte. Es una gran ayuda que nos hacen. Que Dios les dé más”, expresó un inmigrante hispano que recibió dinero para pagar la renta, en un video que difundió la organización Live In Peace en su página de Facebook.
Sarahí Mendoza, quien ha vivido en California desde que llegó de México en 1993, dice que le han impactado las historias de varias personas que están sufriendo económicamente por el covid-19. En particular, dijo, le conmovió una familia que se puso a vender comida en la calle para salir adelante.
“A pesar de que están pasando tantas cosas nuestra gente no se rinde, no se da por vencida y no se cruza de brazos”, expresó Mendoza. “Ellos averiguan cómo seguir luchando y sacar a sus familias adelante, porque pase lo que pase el primero del mes se tiene que pagar la renta”, concluye.