¿Qué significa la vuelta de Piñera al poder en Chile?
Sorpresa para todos, incluso para el propio ganador, la que se vive esta noche en un Chile que de nuevo giro a la derecha, con la victoria del multimillonario Sebastián Piñera y se alínea así con otros países de la región, como Perú, Brasil o Argentina.
Piñera ganó holgadamente, por casi 10 puntos de diferencia (54,58% frente a 45,42% del experiodista enconada disputa de escasos votos de diferencia. En su discurso a sus votantes habló de crear “un buen futuro para todos los chilenos”, “recuperar la senda del progreso”, “defender la familia y la vida” e impulsar la unidad y “un país desarrollado sin pobreza”.
La clave de todo esté quizá en el grito de la multitud que se pudo escuchar al comienzo de sudiscurso “Chile se salvó”. ¿Se salvó de qué? ¿De virar a la izquierda? ¿De unas reformas más profundas? ¿De convertirse en 'Chilezuela' como algunos de la derecha afirmaron durante su campaña?
“Se da un fenómeno bastante único a nivel mundial, son 16 años consecutivos de gobierno de izquierda, derecha, izquierda, derecha con las mismas personas Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, que muestran dos polos muy grandes para la ciudadanía”, explica a Univisón Noticias Germán Silva, analista político de la Universidad Mayor y Socio Director de Equilibria Consultores, que apunta a una mayor polarización del país tras estas elecciones.
“Vamos a tener un país muy dividido donde seguramente el conflicto social va a escalar de manera muy significativa”, apunta Silva. “Chile ha quedado dividido entre derecha e izquierda porque el centro practicamente desapareció en esta elección, todos los partidos que lo representaban, como la Democracia Cristiana y otros, tuvieron resultados muy bajos”, señala.
Sucesor de Bachelet
Los resultados de la primera vuelta habían apuntado a una historia diferente, con un sorprendente 20% de los votos que obtuvo la coalición de distintas fuerzas de izquierda Frente Amplio mostrando a esa parte del pueblo chileno que buscaba que las reformas emprendidas por Michelle Bachelet fueran más radicales y profundas.
Pero se impuso la visión económica más neoliberal planteada por Piñera. Sin embargo, para algunos, más allá de la promesa de las reformas económicas que han supuesto el corazón de la campaña de Piñera y que prometen el crecimiento y más de 600,000 puestos de trabajo, los modelos económicos planteados por Piñera y Guillier esconden más similitudes que diferencias.
“No va a haber un cambio significativo. Las proyecciones son que el bajo nivel de crecimiento va a revertirse y la economía crecerá en el futuro”, explica a Univisón Noticias Ariel Ramírez, director de la Escuela de Gobierno y Gestión Pública del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile.
Si bien Chile sufre una desaceleración económica desde 2014 y el crecimiento en 2017 será de un 1,8%, el más bajo desde el retorno a la democracia en 1990, no es un secreto para nadie que éste fue también el período en el que el precio del cobre, fundamental para la economía chilena que es la mayor exportadora de este metal del mundo, se desplomó y registró bajos históricos. Sin embargo el cobre ya ha comenzado un ciclo de alza de precios.
“La tendencia va a seguir al alza y la economía se fortalecerá, pero cuando una economía se basa en commodities (artículos de consumo), el gobierno claramente no tiene la capacidad de cambiar el precio de las mismas”, señaló Ramírez apuntando a que los logros económicos pasan por otro lugar.
“No hay grandes diferencias entre los modelos de los dos candidatos, lo que cambia un poco es el enfoque de las reformas (emprendidas por Bachelet) que Piñera continuará o discontinuará”.
Próximas reformas
Y ¿cuáles serán estas reformas? ¿Es probable que Piñera, que habló en su discurso en la noche del domingo de reforzar el valor y la dignidad de la vida de marcha atrás a logros históricos de Bachelet como la promulgación del aborto en tres causales prohibido absolutamente en Chile durante casi tres décadas?
“Es muy difícil dar marcha atrás a una ley que el Congreso Nacional ha aprobado y discutido en varias instancia. Lo que puede haber en la práctica es una diferencia en la implementación de las políticas públicas con respecto a esta ley”, señala Ramírez.
La otra gran reforma, la de la educación gratuita que ya fue iniciada por Bachelet, tiene un futuro más incierto. “Piñera durante la segunda vuelta se comprometió con la gratuidad que habían rechazado durante cuatro años y en cierta forma este va a ser un legado de la presidenta Bachelet”, destaca Germán Silva. Sin embargo el presidente electo dejó claro que matendrá lo que se ha hecho hasta ahora pero no avanzará con la implementación gradual de la gratuidad diseñada por su precedesora.
Si es probable en cambio que Piñera retome la reforma tributaria y rebaje las tasas impositivas al empresariado, uno de los sectores que más ha apoyado su vuelta al poder.
El otro elemento importante es el posible giro a las relaciones con Estados Unidos del nuevo gobierno. Durante su anterior legislatura, “Piñera privilegió las relaciones con EEUU y muy poco con Latinoamérica. Chile tiene un conflicto con Bolivia importante, tenemos un continenete muy revolucionado con Venezuela. Vamos a ver si el presidente hace un gesto hacia Latinoamérica, ya que en el gobierno anterior toda su política internacional apuntó a EEUU”, explica Silva.
En cualquier caso los dos analistas consultados apuntan a un gobierno que en la práctica será muy difícil porque se encuentra atado de manos en el Congreso. “El parlamento ha quedado sin ninguna mayoría en la cámara y la oposición actual, -si sumamos la Democracia Cristiana con las fuerzas de Guillier- tiene mayoría en el Senado, va a ser de partida un gobierno muy complejo porque si bien este es un régimen presidencialista todo termina en el Congreso”, señala Silva.
También ambos coinciden en una mayor conflictividad social, recordando que el primer gobierno de Piñera estuvo marcado por las grandes manifestaciones de los estudiantes que propiciaron muchos de los cambios sociales emprendidos ahora en Chile. “Los estudiantes prácticamente estuvieron desmovilizados estos cuatro años debido a los avances de la gratuidad que hizo Bachelet”, señala el analista político.
También el Frente Amplio va a realizar una oposición “muy fuerte, va a trabajar duro los próximos cuatro años y movilizar la sociedad civil. Es un conglomerado muy joven, muy parecida a Podemos de España, pero con mucha capacidad de movilización”, concluye.
Parece claro que pase lo que pase, Piñera no va a tener nada fácil el gobierno en los próximos cuatro años de una sociedad cuya renta per cápita de 24,000 dólares no es capaz de esconder las heridas sociales profundas de la desigualdad de sus clases sociales, una de las mayores de la región.
Una encuesta oficial que mide la pobreza de forma multidimensional, considerando factores como salud, nutrición, jubilación, escolaridad o ingresos afirmaba que tres millones de los 17,3 millones de chilenos, o el 20,9% de la población, califican como pobres.