Pam Bondi, la nueva nominada para fiscal general y su conexión con la controversial Universidad Trump
Tras el retiro de la candidatura de Matt Gaetz para ser el próximo fiscal general, el presidente electo Donald Trump eligió a otra fiel aliada para dirigir el Departamento de Justicia: Pam Bondi, la ex fiscal general de Florida.
La salida de Gaetz fue por presuntos escándalos sexuales, sin embargo, Bondi también tiene en su historial un incidente relacionado con una investigación sobre fraudes a la Universidad Trump que ella decidió no avanzar, algo que en su momento fue escandaloso y que también tocaba a Trump.
Bondi y Trump son viejos aliados. Ella ocupó el cargo de fiscal general estatal hasta el 2019, pero también defendió a Trump en su primer impeachment, cuando fue acusado de presionar al gobierno ucraniano para que investigara al hijo de Joe Biden a cambio de una visita a la Casa Blanca y respaldo militar.
Pero el centro de su historia con el expresidente está en cuando Trump era un empresario y solía tener un negocio llamado Universidad Trump.
Una donación a Bondi (y la 'muerte' de una investigación sobre la Universidad Trump)
El caso de la Universidad Trump, un centro de estudios que daba cursos de negocios, ha estado plagado de controversia desde su inicio. Una de las más notables involucra a Bondi, cuando ejercía como fiscal de Florida.
Era 2013 y la oficina de Bondi recibió una donación de $25,000 por parte de Trump, justo cuando la Fiscalía estaba considerando si unirse o no a una demanda por fraude contra la Universidad Trump.
En agosto de 2013, el fiscal de Nueva York, Eric Schneiderman, presentó una demanda contra la Universidad alegando prácticas fraudulentas. En simultáneo, la oficina de Bondi había recibido decenas de quejas también referidas a la Universidad Trump y estaba revisando si unirse a esa acción legal.
El 9 de septiembre de 2013, Trump firmó un cheque por $25,000 de su fundación personal a un comité de acción política (en inglés conocido como PAC) que apoyaba la reelección de Bondi para fiscal. Poco después, la oficina de Bondi decidió no unirse a la demanda de Nueva York, pese a las denuncias recibidas.
En cuanto a la demanda de Nueva York, Trump finalmente acordó pagar $25,000,000 para poner fin a las demandas. Las acciones legales de exestudiantes 'estafados' de la Universidad Trump decían que gastaron miles de dólares por estudiar y tener a los "secretos" del mercado inmobiliario, pero que todo era una publicidad fraudulenta.
"El acuerdo alcanzado es una gran victoria para las casi 6,000 'víctimas' de esta fraudulenta universidad", dijo en su momento el fiscal neoyorquino.
Sospechas de Quid Pro Quo
La casi simultaneidad de la donación de Trump y la decisión de Bondi de no demandar a la Universidad Trump generó sospechas de un quid pro quo (un favor o ventaja dada por algo a cambio).
En ese momento, Florida era uno de los mercados más lucrativos para la Universidad Trump, por lo que Trump podía tener un interés financiero específico en evitar acciones legales en el estado.
La fecha del cheque no demuestra que Trump estuviera tratando de influir en la decisión de Bondi sobre la demanda. Si bien el cheque de Trump a Bondi está fechado antes de un artículo del periódico Orlando Sentinel que informaba que Bondi revisaba el caso de la Universidad Trump, la donación no se hizo pública hasta después de la publicación del artículo.
Trump ha negado haber intentado influir a Bondi. Aunque en el pasado se ha jactado en repetidas ocasiones de haber hecho contribuciones de campaña en los últimos años, con el fin de comprar y consideración para sus negocios.
Dudas y falta de transparencia
Tanto Trump como Bondi han sido criticados por su falta de transparencia en este asunto. Trump utilizó su fundación personal, que no puede hacer donaciones políticas según la ley federal, para hacer la donación a Bondi. Posteriormente, tuvo que pagar una multa al IRS por esta violación.
Un artículo de 2016 del periódico The New York Times, detalla que Bondi no ha ofrecido una explicación clara de por qué aceptó la donación de Trump mientras su oficina estaba examinando ese caso.
Bondi, además, permitió que Trump organizara una recaudación de fondos para ella en su club Mar-a-Lago seis meses después de la donación, lo que alimentó aún más las sospechas de una relación inapropiada.
El caso fue investigado por un fiscal de Florida, asignado por el entonces gobernador Rick Scott, también republicano. Tras la pesquisa, concluyó que no encontró pruebas suficientes para presentar cargos de soborno contra Trump y Bondi.
A pesar de la falta de cargos criminales, la controversia siempre ha sembrado dudas sobre la decisión de Bondi. Ahora que Trump la nomina a uno de los puestos más altos de su Gobierno por venir, la controversia sobre la influencia, el dinero, la justicia y el sistema político ha resurgido.