Los estudiantes de secundaria dicen que no quieren ser maestros. Así trabaja esta escuela para cambiar la situación

Un día a principios del año escolar, los estudiantes de preescolar de la escuela primaria P.S. 50 en Staten Island estaban aprendiendo a escribir sus nombres.
Jeanette Tenantitla Serrano se inclinó sobre una mesa pequeña para ayudar a un niño con los trazos de cada letra, pero lo mejor que pudo hacer el niño fue llenar la página con líneas ilegibles. Sufría de problemas de aprendizaje y se atrasaba en comparación con sus compañeros.
"Me sentí mal porque él no entendía tan rápidamente como los otros estudiantes", recordó Tenantitla. "Sentí que yo no entendía lo que estaba haciendo".
Más tarde en el año escolar, a Tenantitla la embargó un sentimiento muy diferente, el orgullo, cuando el mismo niño se despidió de ella cuando salía del aula. Para él, era un signo de avance.
"Él nunca le había dicho adiós a nadie", dijo Tenantitla. Pero él descubrió la conexión. "Pensó, 'Ah, ella ya se va. Hay que decir adiós cuando alguien se va'".
Tenantitla enseña en el último año de secundaria en New Dorp en Staten Island, en el estado de Nueva York. Los pequeños momentos como éstos durante su experiencia como pasante la han ayudado a confirmar lo que siempre supo: quiere ser maestra.
Tenantitla es una de los 350 estudiantes de Future Teachers Academy, o Academia de Maestros del Futuro, un programa práctico diseñado para darles a los estudiantes de secundaria una idea de lo que este trabajo implica. La directora del programa dice que la academia tiene mucha demanda entre los estudiantes.
Pero en todo el país, la historia es muy diferente. Ahora que la economía va por buen camino y los profesores a menudo se encuentran en el centro de acalorados debates políticos, una encuesta reciente reveló que sólo el 4% de los graduados de secundaria quieren ser profesores. Las matrículas en los programas de formación docente se desplomaron en un 40% entre 2009 y 2013, según un informe presentado por la Asociación de Consejos Escolares del Estado de Nueva York.
Es por eso que iniciativas como Future Teachers Academy son tan importantes para las escuelas, dijo la Canciller de Escuelas Públicas de Nueva York Carmen Fariña. Ella piensa que los middle schools y high schools pueden ayudar a cambiar la situación, y los anima a iniciar clubes y ofrecer asignaturas electivas para que los alumnos piensen en enseñar.
Este año, la ciudad lanzó nueve clubes ' Educators Rising' en escuelas de Brooklyn, donde los estudiantes se reúnen semanalmente para aprender más sobre lo que significa trabajar en un aula. Además, cada municipio tiene una escuela secundaria 'de docencia' como New Dorp. Allí, los estudiantes que eligen la vía de la docencia (a diferencia de otras ofertas como la ciencia forense o las artes culinarias) toman una serie de asignaturas electivas sobre temas como la gestión del aula, la preparación de un plan de clases y el desarrollo en la primera infancia.
"Éste es mi proyecto favorito ahora", dijo Fariña recientemente a Education Dive. "Si no exponemos a los niños a la belleza de trabajar y educar, vamos a desaprovechar esta oportunidad".
Fomentar el entusiasmo de los alumnos en la docencia es mucho más que un noble objetivo, es esencial. En todo el país, los distritos escolares están teniendo dificultades para encontrar maestros, y algunos les han dedicado millones de dólares a los esfuerzos de reclutamiento y otros están intentando no aplicar los estándares de certificación.
Hay un consenso general en cuanto a que la Ciudad de Nueva York, el distrito escolar más grande del país, no ha sufrido la escasez que se ha visto en otras partes del país, pero eso depende de cómo se defina una escasez.
La ciudad cuenta con más de 76,000 maestros de los cinco municipios de la ciudad, y anualmente se contratan aproximadamente 6,000. En un solo año, el Departamento de Educación recibió casi 17,000 solicitudes, según las cifras proporcionadas en una reciente audiencia del comité de educación del Consejo de la Ciudad sobre la contratación y retención de maestros.
Sin embargo, a pesar de la cantidad de solicitantes, no hay vacantes en cada aula. La Ciudad de Nueva York enfrenta una crisis de contratación en 13 diferentes asignaturas o áreas de certificación este año escolar, incluida la educación bilingüe y la educación especial, así como las ciencias en middle school y high school. Esto es según un listado sobre la escasez de profesores por ubicación y disciplina académica publicado por el Departamento de Educación de Estados Unidos.
Mientras tanto, el número de profesores de la Ciudad de Nueva York que renunciaron en 2015 fue un 38% mayor que el número que renunció en 2010, según la United Federation of Teachers. Y las contrataciones de Teach for America en la Ciudad de Nueva York están en su punto más bajo en más de una década.
La ciudad y el estado, junto con escuelas y universidades locales, han dedicado esfuerzos considerables a la preparación, contratación y retención de más maestros. NYC Men Teach contrata a profesores masculinos de color, quienes actualmente representan sólo el 8.5% de la fuerza docente. A través de NYC Teaching Fellows, la ciudad capacita a recién graduados y a estudiantes que cambian de carrera para que se conviertan en educadores.
Las iniciativas estatales y municipales, tales como los programas Teachers of Tomorrow o Master Teacher, tienen el objetivo de mantener a los educadores en las aulas mediante el aumento de sus salarios (en 20,000 dólares anuales en algunos casos) por trabajar en escuelas de altas necesidades o convertirse en capacitadores de compañeros docentes.
En New Dorp High School en Staten Island, se implementó una táctica diferente: entusiasmar pronto a los jóvenes para que un día ingresen a esta profesión. La directora Deirdre DeAngelis dijo que la Teachers Academy, a la cual los estudiantes entrantes pueden solicitar unirse, casi siempre está llena.
"Ha habido estudiantes de séptimo grado que me han pedido que les aparte un asiento. Porque lo único que desean ser en la vida es maestros", dijo ella. "Este ciclo de cultivar nuestros propios maestros es realmente notable, porque se pueden modelar maestros muy sólidos, seguros, y preparados".
Antes del segundo año, Toni Ann Wade no estaba convencida de que quería ser maestra. Luego tomó un curso de 'metodología docente' con la maestra Dianne Esposito. Esposito dedica una buena parte de su tiempo a hacer hincapié en la importancia de desarrollar las relaciones maestro-alumno, y lo ejemplifica al desarrollarlas con sus propios alumnos, a quienes llama sus "hijos".
Después de darse cuenta de la repercusión que podía tener, ahora Wade está pensando en convertirse en maestra.
"Nos hizo ver la otra cara de la docencia. No es el papeleo. Son las relaciones", dijo. "Alguien podría ver mi nombre en un programa [de clases] y emocionarse … es agradable pensar que yo podría ser esa persona algún día".
No todos los aspectos de la docencia son tan gratificantes, como han aprendido los estudiantes de New Dorp. Claro que hay vacaciones de verano. Pero Frank Guglielmo, quien da clases de la asignatura optativa 'Fundamentos de la educación', se asegura de que sus estudiantes conozcan bien la ardua labor que conlleva impartir una clase efectiva.
En el transcurso de seis meses, Guglielmo hace que los estudiantes lean un libro popular, escojan un capítulo para enseñar, elaboren un plan de clases y luego, finalmente, lo presenten ante sus compañeros.
"Levantarse a impartir una lección puede ser muy difícil para algunos alumnos", dijo Guglielmo. "La preparación es fundamental, y cubrimos eso de muchas maneras".
Chamald Martin, un estudiante de primer año, no se dio cuenta de cuán difícil podía ser el trabajo hasta que supo de la planificación que involucra impartir una clase de 45 minutos y, como dice él, decir cosas que tengan sentido.
"Pensé que era de la noche a la mañana, que lo hacías antes de irte a dormir. Y dabas la clase al día siguiente", dijo. "Eso es lo que yo pensaba".
Quizás la parte más valiosa del programa viene en el último año, cuando los estudiantes toman pasantías en escuelas primarias locales. En los programas de preparación docente a nivel universitario, los aspirantes a maestros a menudo tienen que esperar hasta bien entrado el programa para pasar cierto tiempo importante en un aula real.
El enfoque de New Dorp de iniciar pronto es beneficioso, dijo Deirdre Armitage, directora de la Escuela de Educación de Staten Island.
"Los expone bastante pronto a la decisión de si quieren o no ser maestros", dijo. "Tenemos estudiantes que llevan dos o tres años en el programa, y luego, cuando llega el momento de la enseñanza de estudiantes dicen, 'no sé si realmente me gusta esto'".
A Tenantitla, la estudiante de último año de New Dorp, la experiencia le provocó la reacción opuesta. Trabajar con los estudiantes le ha dado la seguridad de que está en el camino correcto.
"Cuando veo que hacen algo que pensaron que no podían hacer, me siento satisfecha", dijo Tenantitla. "Simplemente me gusta verlos lograr algo".
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