El escándalo de corrupción Odebrecht alcanza al gobierno de Ecuador y divide al oficialismo
QUITO, Ecuador. - La trama de corrupción de Odebrecht en Ecuador ha salpicado al vicepresidente del país, Jorge Glas. La Fiscalía ha hallado indicios de responsabilidad en contra de este funcionario, quien lideró la construcción de varias megaobras que fueron adjudicadas a la constructora brasileña en medio del escándalo durante el gobierno anterior que lideró Rafael Correa.
La Asamblea Nacional debe decidir en una votación este viernes si es llevado a juicio o no. Se necesitan los votos de 91 asambleístas (las tres cuartas partes del Legislativo) para que se levante el celo que tiene el vicepresidente para ser procesado penalmente. La oposición garantiza 63 votos y el resto tendrían que venir de la bancada gubernamental que se empieza a resquebrajar.
El nombre del vicepresidente viene sonando dentro de la trama de corrupción desde junio pasado, cuando se detuvo a su tío y socio comercial, Ricardo Rivera, quien sin ser funcionario público habría mediado para que la constructora brasileña obtuviera millonarios contratos con el Estado ecuatoriano.
A cambio, y según las primeras indagaciones, cobraba hasta el 1.3% del monto de cada contrato. Pero hubo una pregunta que quedó sin respuesta porque el pariente del vicepresidente se acogió al derecho del silencio ¿Quién era su o en el gobierno?.
Las sospechas se cernieron sobre Glas, quien junto con su tío Rivera creó un emporio de empresas de telecomunicaciones en los años 90. Algunas de estas empresas (TV Satelital, Raloin o Iptelsa) ahora son parte de la investigación de la Fiscalía porque supuestamente ayudaron a mover el dinero de los sobornos pagados por Odebrecht. Desde 2010, por ejemplo, pagaban a Rivera montos mensuales de hasta 3,500 dólares por concepto de consultoría.
Según una información publicada por el diario O Globo, Odebrecht entregó 14 millones de dólares al vicepresidente, por medio de su tío. Eso se supo gracias a las conversaciones que grabó uno de los delatores de la compañía, José Conceição Filho, exdirector de la empresa en Ecuador.
En esos audios se escucha a Rivera hablar de reuniones y acuerdos con ‘JG’ y hasta pedir dinero para un tal ‘Vidrio’, que se cree es el apodo del vicepresidente.
La Fiscalía también señala el hecho de que el vicepresidente dirigió el ministerio coordinador de los sectores estratégicos cuando se firmaron los grandes contratos con Odebrecht y que negoció en solitario la vuelta de la constructora brasileña a Ecuador en 2010, luego de que la empresa fuera expulsada del país en 2008.
La bancada oficialista en la Asamblea bloqueó en junio pasado la posibilidad de un juicio político, sin embargo, Glas compareció voluntariamente en la Comisión de Fiscalización en la Asamblea y defendió su inocencia.
Cuando se revelaron los audios, el presidente Lenín Moreno le despojó de sus funciones y le interpeló en un mensaje público: “Ingeniero Jorge Glas, lastimosamente, el dedo apunta cada vez más hacia usted”, dejando en evidencia la ruptura que existe en el Ejecutivo y en el partido de gobierno, Alianza País.
Ahora y tras el pedido de vinculación de la Fiscalía, volvió a aparecer en medios de comunicación para insistir en su inocencia y asegura que no dejará su cargo.
"Yo fui elegido igual que el presidente Moreno y voy a permanecer los cuatro años del período", señaló.
Los defensores fieles simpatizantes de Correa apoyan al vicepresidente, que acusan a Moreno de estar traicionando a su propio movimiento político.
En el periodo del expresidente Rafael Correa (2007-2017) Odebrecht se benefició de 15 contratos, que suman más de 4,000 millones de dólares. Casi coincidiendo con ese periodo, y según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que destapó el escándalo de corrupción en la región, la constructora brasileña habría pagado 33,5 millones a funcionarios ecuatorianos para asegurarse los contratos de obras públicas.
Otro de los casos que lleva la Fiscalía en torno a Odebrecht involucra al exministro de Electricidad, Alecksey Mósquera, acusado de recibir un millón de dólares por favorecer a Odebrecht con el contrato de una hidroeléctrica, dinero que se pagó a través de empresas en el extranjero.
La Fiscalía también investiga al excontralor del Estado, Carlos Pólit, quién habría ocultado los exámenes de auditoria que daban cuenta de los sobreprecios en las obras. Aunque el caso todavía está en fase exploratoria, Pólit huyó del país antes de que entraran en su domicilio a buscar pruebas y desde Miami mandó su carta de renuncia.
