Miles de fotos de perros para ayudar a una niña con un cáncer terminal

El caso de Emma Mertens, una pequeña de 7 años que vive en Wisconsin, le está dando la vuelta al mundo. No solo porque tiene un raro tipo de cáncer conocido como DIPG (por sus siglas en inglés), un tumor cerebral que actualmente no tiene cura. Sino porque miles de extraños en todo el mundo se han unido a una cadena de generosidad que involucra miles de fotos y cartas de perros, con la que han cambiado la vida de esta niña y su familia para siempre.
Los padres de Emma estaban devastados cuando se enteraron a finales de enero que el dolor de cabeza, el vómito y los síntomas que tenía su hija no eran por una gripe. A partir de ese momento han tenido que recorrer un difícil camino, que empezó por enterarse que a la niña le quedarían meses de vida. Luego vinieron varias cirugías, semanas de radioterapia y un sinnúmero de sustos, viajes a la sala de emergencias, entre subes y bajas emocionales.
"Nunca ni en mis sueños más locos pensé que tendría que decirle a nuestros niños que su hermanita tiene un cáncer cerebral terminal que no se puede operar", escribió Geoff Mertens, el padre de Emma, en una entrada de un diario online en caringbridge.org en el que va contando su progreso.
Los Mertens no han estado solos. Desde el inicio, la comunidad, sus familiares y amigos los han apoyado de manera incansable, tanto que crearon el #TeamEmma, han hecho camisetas y bandanas... pero además, son los responsables de que ahora mucha gente en el mundo quiera mostrar su solidaridad.
Lo que más le encanta a Emma son los animales, en especial los perros. Al ver que este era el único tema que siempre le dejaba una sonrisa imborrable (como cuando recibía la visita de perros terapeutas en el hospital), un amigo de la familia tuvo una idea para animarla y mantener su espíritu alegre: pedir que le enviaran fotos y cartas de perritos a la niña.
"Nuestra dirección se hizo viral"
No está claro en qué momento o cómo, pero esta solicitud se hizo viral e Internet hizo lo suyo. En cuestión de días las cartas, fotos y paquetes empezaron a inundar la casa de Emma y la oficina de correos local.
"Voy a la oficina postal cada día y lleno la parte de atrás de mi camioneta. Un día fueron tres cargas (para poder traerlo todo)", dijo el padre de la niña en entrevista con Univision Noticias, mientras un grupo de amigas de su esposa abría sobres y cajas en la sala de su casa.
La pequeña ha recibido mensajes de perros que viven tan lejos como Holanda, Inglaterra, Alemania, Italia, Australia y hasta Venezuela; aparte de los que han enviado desde casi todos los estados del país. "Emma ama a los perros y ¡está funcionando! La respuesta ha sido increíble. Emma está cambiando el mundo. Los mensajes de las personas son tan alentadores y reconfortantes", aseguró Geoff.
La cantidad de cartas y regalos que estaban recibiendo llegó a ser tal que los Mertens tuvieron que pedir que dejaran de compartir la dirección de su casa y abrir un PO Box, una dirección de correo electrónico y una cuenta en Facebook para que las personas siguieran enviando allí las fotos de sus perritos y compartiendo sus buenos deseos con Emma.
"Nuestra dirección se hizo viral y personas de todas partes la están compartiendo en redes sociales", escribió el padre en un post del blog online el 22 de febrero junto a la petición de cambiar el destino de los envíos.
Desde entonces el volumen de correo se ha reducido, pero los empleados del servicio postal todavía le ayudan a montar los bultos y cajas con sobres a su vehículo y a veces lo acompañan para descargarlos en la casa. "Está bajando comparado con la semana pasada y la anterior a esa, pero todavía necesito mi camioneta", cuenta.
"Mucha gente buena en este mundo"
Hasta el momento han recibido más de 200,000 cartas y siguen llegando, dice este padre de tres hijos y cuenta que la página de Facebook Team Emma - Emmalovesdogs7 ya también ha alcanzado a 250,000 personas.
"Si el amor lo cura todo, este cáncer no tiene ninguna posibilidad!!!!", escribió un día emocionado el padre en el blog.
La mejor parte es que según Geoff, todo lo que le envían a Emma se abre. "Tenemos muchos amigos y familia que se llevan correo para ayudarnos", asegura y comenta que por fortuna no les ha llegado nunca nada raro o inapropiado. "Mucha gente buena en este mundo".
También crearon una cuenta en GoFundMe con la que recaudan fondos para los tratamientos y otros gastos médicos que ya sobrepasó por miles la meta inicial de 100,000 dólares.
Según su papá, Emma cree que es realmente bonito que tanta gente esté siendo generosa con ella y dice que quiere extender esa bondad por todas partes, por eso ha donado muchos de los regalos que le han llegado a otros niños en el área y hospitales infantiles o departamentos de policía donde le puedan alegrar el día a algún pequeño que esté pasándola no muy bien.
Pocas probabilidades de sobrevivir, mucha fe
La avalancha de atención que han despertado ha hecho que no sean solo montones de cartas lo que reciben. Ahora los Mertens tienen solicitudes de entrevistas diarias y ya hasta en el hospital los tratan como 'celebridades'.
"No creo que nadie se espere tener atención mundial. Pero estamos agradecidos por la oportunidad de mostrar lo generoso que es el mundo mientras creamos conciencia sobre este horrible cáncer conocido como DIPG", ite Geoff.
Además, esto los ha hecho creer que "todo pasa por una razón" y aunque no la saben ahora, están seguros de que la descubrirán. "¡Estoy convencido de que estamos destinados a ser los primeros en vencer esto!", afirma.
A su corta edad, Emma entiende que está luchando por su vida y lo hace con valentía. "Ella entiende que tiene un cáncer muy grave, en un lugar muy malo. Sabe que estamos haciendo todo lo que podemos para vencerlo", explica el padre de la menor.
Qué es el DIPG
El Glioma Pontino Intrínseco Difuso (DIPG) o Glioma Difuso e Intrínseco de la Protuberancia del tronco cerebral es un tumor muy raro y actualmente incurable que es diagnosticado sobre todo en niños y adolescentes.
Las terapias que se han utilizado en los últimos 40 años para este tipo de cáncer han fracasado completamente dejando para estos pequeños pacientes una escasa esperanza de vida. Solo el 10% de los niños con DIPG sobrevive dos años luego de ser diagnosticado y menos de un 1% sobrevive cinco años.
"Las malas noticias: nuestro oncólogo nos dio nuestra línea de tiempo y la realidad nos abofeteó en la cara nuevamente después de lo que pareció una semana 'normal' en la casa. Ver a Emma progresar tanto últimamente hace fácil que uno olvide que nadie ha sobrevivido al DIPG. El promedio es solo nueve meses después del diagnóstico", lamentó Geoff en el blog el 7 de febrero.
Lo peor con este tumor cerebral es que la tasa de supervivencia no ha cambiado en más de 50 años a diferencia de muchos otros cánceres pediátricos. Por eso es tan importante que se siga investigando y se desarrollen nuevas estrategias y fármacos que ayuden a elevar la expectativa de vida de los niños que lo padecen.
"Continuaremos luchando para vencer esto y traer tanta atención como sea posible al cáncer cerebral pediátrico. Tenemos que encontrar una cura", dijo a Univision Noticias el padre de Emma, quien además señala que mientras tanto van a seguir viviendo "un día a la vez, un recuerdo a la vez".
La familia de esta pequeña quiere llegar a celebrar el cumpleaños número 8 de Emma, para el que faltan cinco meses. "Estamos esperando ese y muchos más".
Ellos se mantienen optimistas, aunque reconocen que "hay muchos momentos de debilidad tras bambalinas". Sus padres aseguran que se sostienen el uno al otro y tienen un enorme sistema de apoyo, además de toda la fe en Dios.
"En este momento estamos en un buen lugar. La radioterapia ya terminó. Tenemos citas médicas cada semana, pero Emma está bien en este momento. Estamos buscando ensayos clínicos y el siguiente paso en su tratamiento", explica Geoff y agrega que tienen varias opciones, entre ellas la quimioterapia, inyecciones directas, tratamientos homeopáticos y otras tantas alternativas desconocidas por analizar.
Los perros policías y el sueño de uno en casa
Con el mismo propósito de vivir un día a la vez, son innumerables las sorpresas que le han dado a Emma para hacerla feliz en medio de su lucha. Pero sin duda, la más especial y su favorita fue el día que a su casa llegó un desfile de oficiales K-9 de unos 40 departamentos de policía.
Hasta sus padres se sorprendieron, porque pensaron que serían unos 10 agentes caninos, pero al salir había oficiales que habían manejado hasta tres horas para que la niña conociera sus perros por un par de minutos.
"Nunca la había visto detenerse así y estar completamente impresionada por los perros que esperaban en fila para verla", describió su papá.
Emma ama los perros (como ha quedado bastante claro) y sonríe cada que los ve en fotos, peluches o, por supuesto, cuando puede jugar con ellos en persona. Pero aunque quisiera no puede tener uno en casa porque por el momento su familia considera que no tiene el tiempo para dedicarle al cuidado de una mascota, además de que su papá y uno de sus hermanitos son alérgicos.
Sin embargo, hay algo que podría cambiar eso: "Tammy y yo hemos dicho que si vencemos esto, le vamos a dar cualquier perro que ella quiera", asegura Geoff.
Mientras tanto, Emma recibe visitas constantes de perritos de familiares y amigos, terapeutas peludos de cuatro patas y cachorros que le alegran el día. Son este tipo de acciones generosas las que cada día la hacen sonreír y mantener la fe, pero sobre todo le dan la posibilidad de seguir extendiendo un importante mensaje por el mundo: lo importante que es tomar dos minutos de tu día para hacer algo generoso por alguien más. Eso hace la diferencia.
#Kindness it matters!