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¿Podrías sobrevivir solo con el internet de tu móvil? Este desafío está haciendo que muchos lo comprueben

La campaña busca llamar la atención sobre una desconocida realidad: millones de estadounidenses no tienen a internet de calidad y el gobierno está tratando hacer más lenta la definición de lo que es 'alta velocidad'.
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24 Ene 2018 – 04:11 PM EST
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Un grupo de estudiantes muestra sus smartphones tras finalizar una clase en Corea del Sur. Crédito: JUNG YEON-JE/AFP/Getty Images

Es cierto que, cada vez, uno puede hacer más cosas con su teléfono: desde navegar en internet y chatear con amigos, hasta gestionar tu propio negocio. Pero, ¿descansarías, enteramente, en las prestaciones de tu teléfono inteligente como tu única fuente de internet?

Si esto, digamos, no te parece un desafío, estaría bien que conocieras a Lilah Gagne, de 17 años. Nadie mejor que ella para contarte cuán complicado puede ser una vida atada a un celular.

Ella vive en el condado Meigs, en el sureste rural de Ohio, donde el a internet de alta velocidad o bien no existe o es demasiado caro para muchas familias. Para entrar a la red, su propia familia depende, fundamentalmente, del plan de datos de su teléfono móvil, el cual está muy lejos de ser el ideal. Ha tenido que ingeniárselas para escribir ensayos tecleando en su iPhone y, al mismo tiempo, realizar varias tareas.

“Solía hacer mis deberes de Inglés en mis clases de Química, mientras simultaneaba Química y Álgebra II”, confesó Gagne, quien va a la escuela en Athens, ciudad vecina y muy bien conectada. “Recuerdo haber hecho capturas de pantalla de casi todo, y luego revisarlas en mi teléfono ya sin conexión”.

Además, Gagne se ve en la obligación de quedarse hasta tarde en la escuela debido a trabajos pendientes que solo puede completar con la conexión de allí. De lo contrario, le quedan otras dos opciones: la oficina de su mamá o la casa de un amigo. Ha llegado, incluso, a usar el wifi gratis de Taco Bell después de haber gastado su plan (hoy día ya cuenta con un plan de datos ilimitados, aunque asegura que esto solo ha facilitado ligeramente las cosas).

“Mi productividad es increíblemente limitada y gasto mi plan a un ritmo escalofriante”.


Pero no te quedes con lo experiencia de Gagne. Haz tú la prueba. Esa es justamente la idea detrás del desafío MobileOnly, una campaña organizada por la organización Next Century Cities. Este desafío exhorta a las personas a pasar un día en la piel de Gagne, y de los 23 millones de estadounidenses en áreas rurales que carecen de servicios de internet de alta velocidad. Los participantes deberán acceder a internet solo a través de sus móviles, por un día entero, y luego compartir sus experiencias en las redes sociales.


La iniciativa surgió a raíz de la predecible decisión de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de cambiar la definición de banda ancha. La actual política de la FCC, que data de la istración Obama, está dirigida a que todos en Estados Unidos se conecten a una internet de banda ancha con velocidades de descarga de al menos 25 megabits por segundo, además de la banda ancha móvil. Hoy día, el presidente de la Comisión, Ajit Pai, propone bajar ese estándar en más de un 50% -hasta 10 megabits por segundo- y considerar la banda ancha móvil como reemplazo suficiente para una conexión a gran velocidad fija desde el hogar.

Los detractores se oponen categóricamente a la reducción de los estándares, y el grupo Next Century Cities , con el desafío MobileOnly, persigue llamar la atención sobre las consecuencias.

“Mi productividad es increíblemente limitada y gasto mi plan a un ritmo escalofriante”, dijo la directora ejecutiva del grupo Deb Socia, quien participó en el desafío a inicios de este mes. “Es ideal experimentarlo de primera mano, porque así uno puede ser un mejor portavoz, y compartir públicamente lo difícil que fue”. Hasta ahora, una decena de organizaciones ha prometido aceptar el reto, junto con los comisionados demócratas de la FCC Mignon Clyburn y Jessica Rosenworcel, entre otros.

A principios de enero, en la American Farm Bureau Federation (Oficina de Asuntos Agrícolas), el presidente Donald Trump firmó dos nuevas órdenes encaminadas a traer banda ancha a las zonas rurales. Su propósito es que las empresas interesadas, en terrenos federales, construyan infraestructura de banda ancha, al tiempo que agilicen el proceso federal de permisos. Pero los críticos aseguran que estas órdenes omiten toda mención de fondos e incentivos para que las empresas, eventualmente, se vean motivadas a construir redes de banda ancha en zonas rurales. De acuerdo con el informe de 2016 de la FCC, un 39% de los estadounidenses en zonas rurales aún carece de un servicio de calidad.

Asimismo, un informe realizado por el Centro de Investigaciones Pew concluyó que 1 de cada 10 estadounidenses es de internet “solo a través de su teléfono”. Estos s, por lo general, son personas de bajos ingresos, que ganan menos de 30,000 dólares al año. Y no son, en una medida considerable, blancos, pues comprenden un 15% de la población de raza negra y casi una cuarta parte de los hispanos (los estadounidenses blancos, por su parte, representan un 9%). Bajo las modificaciones propuestas, serán considerados bien conectados, incluso si no varían sus velocidades de conexión en modo alguno.


Esta medida permitiría a la FCC presumir de que buena parte de Estados Unidos está, de hecho, cubierta, lo que presiona tanto a la agencia como a los proveedores de internet a conectar áreas en que se prevén pocos retornos de inversión. “Si declaras que una comunidad particular está cubierta con banda ancha porque dispone de servicio celular, significa que no va a obtener ningún tipo de dinero federal para que se pueda construir banda ancha”, indicó Socia, refiriéndose al programa Connect America que ofrece subsidios a compañías constructoras de redes de banda ancha en áreas rurales.

Socia dice, en todo caso, que el móvil en sí mismo es una gran innovación, pero puede ser problemático cuando los s no tienen otras opciones.

Imagine, por ejemplo, los dilemas del trabajador promedio. “Si planeas hacer teletrabajo, tendrás que sacártelo de la mente: es imposible”, dijo ella. “Supón que eres un discapacitado cuya única forma de comunicación es por medio de tu teléfono. O que eres un agricultor compitiendo con personas de otros pueblos con a banda ancha, quienes pueden ahorrar un tercio de su factura de agua porque emplean una tecnología resistente a la sequía”.

Algunos condados y ciudades, como Chattanooga, Tennessee, han construido sus propias redes de banda ancha a gran velocidad para llegar a residentes y comunidades que no reciben servicio a manos de otros proveedores. Pero, como sostuviera mi colega Adam Sneed, las barreras financieras y legales –por ejemplo, las leyes de preferencia estatales– entorpecen la gestión de los gobiernos locales en muchos estados.

Pero volvamos al condado Meigs, donde más de un tercio de los residentes alega el costo como un obstáculo para tener internet en el hogar. Gagne, de hecho, describió su experiencia para solicitar su ingreso en la Universidad, pero no antes de dejar escapar un exasperado “¡Dios mío!”.

“La letra es tan pequeña a la hora de llenar los perfiles del Servicio de Solicitud de Becas de la Universidad”, dijo en relación con los documentos requeridos para aplicar a ayuda financiera. “Tengo que revisar toda esta documentación, y es muy difícil analizarla en profundidad desde un teléfono celular”.

Cabe recordar, a quienes acepten el desafío MobileOnly, que solo experimentarán una fracción de lo que Gagne padece a diario. Y, sin embargo, para Gagne es una rareza contar en su casa con lo que para muchos es un servicio básico.

“Me gustaría darme el lujo de buscar algo en la computadora y nunca tener que apurarme porque luego no vaya a estar a allí”, sentenció.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com

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