Oakland dará preferencia a las minorías en el negocio de la marihuana

Con frecuencia nos olvidamos de que en las comunidades de bajos ingresos existe una abundancia de empleos que pagan salarios mínimos y que crean riqueza. Por desgracia, estos están en el negocio del narcotráfico.
Durante muchas décadas se les ha ordenado a los cuerpos policiales a meter en cana a cualquiera que trate de ganarse la vida en este campo, particularmente si son de minorías. “Nos hemos gastado miles de millones de dólares, hemos arrestado y encarcelado a millones de personas, hemos destruido un sinnúmero de familias y futuros, y sin embargo la marihuana sigue siendo más popular y abundante que nunca. ¿Por qué esta locura ha persistido durante tanto tiempo?” , escribió Michelle Alexander —investigadora de Justicia criminal— en un artículo de opinión en The New York Times en 2013.
Bueno, esto se debe al racismo. En Oakland, California, ahora se están implementando medidas para reparar lo que destruyó la guerra contra las drogas mediante el encarcelamiento masivo: en mayo 2016, la ciudad enmendó su ordenanza sobre la regulación de marihuana médica local para proveer más oportunidades a las minorías para que éstas puedan abrir sus propios dispensarios. Más importantemente, bajo el nuevo programa equitativo de permisos, las personas con condenas anteriores por crímenes relacionados con la marihuana serían los primeros en la fila para obtener una licencia de la ciudad.
Para hacer que los detalles de este programa fueran más sustanciosos, la ciudad ordenó un reporte que analizara raza e igualdad para asegurar que el nuevo proceso de otorgar permisos para vender marihuana beneficiara a las personas indicadas. No hay nada más alarmante en el reporte que los datos sobre arrestos sobre los cuales se basa la inauguración del programa como tal: en 2015, los afroestadounidenses representaban un 30% de la población, pero correspondían a un 77% de los arrestos por marihuana, en comparación con un porcentaje de arresto de un 4% para los blancos debido al mismo delito.
Grupo Racial | Población | Tasas de desempleo | Tasas de pobreza | Tasas de detenciones relacionados al cannabis |
---|---|---|---|---|
Blanco | 31% | 4.2% | 3.2% | 4% |
Afroestadounidense | 30% | 9.2% | 22.9% | 77% |
Latino | 30% | 6.7% | 24.6% | 15% |
Asiático | 7% | 8.4% | 17.6% | 2% |
Hawaiano nativo e isleños del Pacífico | > 1% | 10% (Condado) | 23.1% | - |
Nativo estadounidense | > 1% | 10% (Condado) | 8.7% (Condado) | - |
Los datos sobre arrestos entre 1998 y 2015 mostraron una disparidad incluso más amplia: los afroestadounidenses conformaron un 90% de las personas arrestadas y los blancos sólo un 3.91%. Algunos quizás especulen que la brecha refleja correctamente las caras de las personas que venden y fuman marihuana. Pero si los blancos de Oakland tuvieran un nivel tan bajo de posesión y consumo de marihuana (y un paseo por el área revelaría que decididamente no es así), entonces ¿por qué son ellos quienes están abriendo dispensarios y tiendas?
"Nadie mantiene estadísticas oficiales sobre la raza y la propiedad de negocios de vender cannabis", reportó Amanda Chicago Lewis en Buzzfeed el año pasado. "Pero basándome en más de 150 entrevistas con los dueños de dispensarios, personas informadas de la industria y vendedores que interactúan con muchas tiendas de marihuana, parece que menos de tres docenas de los 3,200 a 3,600 dispensarios de marihuana en los EEUU son propiedad de personas negras… aproximadamente un 1%".
El plan de Oakland, aprobado el mes pasado, busca corregir esto. El reporte realizado por la ciudad descubrió varias razones por las que los afroestadounidenses no han podido participar en esta industria y cómo el comercio legal de la marihuana controlado por blancos ahora está “gentrificando”, por así decirlo, el único mercado en que las minorías subempleadas podían ganarse la vida.
"En general e l al capital para abrir un negocio de cannabis es restringido debido a regulaciones federales y se limita aún más en comunidades de bajos ingresos debido a la falta de riqueza personal", dice el informe. "Los que tienen bienes y ventajas tienen la capacidad de avanzar con la adquisición de bienes raíces y arrendamiento que podrían impedir que nuevas operaciones se establezcan en Oakland. Existe un peligro de que los empleos clandestinos de sueldos mínimos en comunidades marginadas sean eliminados de dichas comunidades".
El nuevo programa de permisos equitativos les da una ventaja a los afroestadounidenses —que normalmente son privados de derechos— en el mercado de marihuana médica. Bajo este programa, los permisos para tener negocios de cannabis se priorizarían para los 'solicitantes equitativos'. La definición de tales solicitantes es: personas cuyos ingresos anuales son menos de un 80% del ingreso anual medio de Oakland y quienes viven en una de las 21 áreas de patrullaje policíaco donde los arrestos por marihuana han sido más prevalentes o bien quienes fueron condenados después del 5 de noviembre de 1996 por un crimen relacionado con la marihuana.
El proceso de otorgar permisos de la ciudad ahora se implementará en dos fases. La primera otorgará por lo menos la mitad de todos los permisos a los 'solicitantes equitativos', a quienes se les proveerá mentores empresariales, asistencia técnica y ayuda con otras necesidades de adquisición.
Entre las otras ventajas del programa de equidad están las revisiones menos estrictas de antecedentes, los préstamos para negocios pequeños con 0% de interés y aprobación condicional para solicitantes equitativos incluso si no tienen todo su financiamiento o espacio de tienda asegurado por adelantado. Los costos del programa serán cubiertos por los 3.4 millones de dólares en cargos por las licencias que la ciudad ya ha recolectado de los negocios existentes de cannabis. Esto es básicamente un plan de reparaciones para las minorías que han estado envueltas en draconianas políticas antidrogas y el encarcelamiento masivo.
¿Cuándo será vigente esta ordenanza? Es poco probable que la legislatura de California —la cual es amigable hacia la marihuana— la bloquee, tal como han hecho otros estados cuando las ciudades han tratado de tomar las riendas de asuntos empresariales. El único problema aquí es lo que quizás haga Jeff Sessions, fiscal general de EEUU, para impedir la implementación, ya que parece tenerles alergia a las eyes sobre marihuana que sean económicamente lógicas. En su afán por mantener andando la guerra contra las drogas, Sessions quizás esté dispuesto a aplicar mano dura a más s de marihuana sin importar su raza.
Ese es el tipo equivocado de igualdad. “Una mejor solución", escribió Michelle Alexander en su artículo de opinión en The New York Times, "es darles a todos los jóvenes el mismo castigo que los estudiantes universitarios y los jóvenes blancos de los suburbios han recibido por su uso de mariguana, lo cual es básicamente ningún castigo”.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.