México da inicio a El Buen Fin, su versión del Black Friday

Una especie de Black Friday, pero con duración de un fin de semana completo, es El Buen Fin, una iniciativa que se celebra desde el primer minuto de este viernes y que México celebró por primera vez en 2011.

El gobierno del entonces presidente Felipe Calderón inició la campaña en respuesta a la iniciativa de varias asociaciones del sector privado e instituciones bancarias que buscaban impulsar sus ingresos hacia final de año, tal como sucede en Estados Unidos.

“El Buen Fin busca reactivar la economía fomentando el consumo, pero sobre todo mejorar la calidad de vida de todas las familias mexicanas”, dice la web del programa. “Podrás comprar bienes y servicios tan diversos como comidas, zapatos, ropa, autos y mucho más”, destaca.

Para esta edición, las empresas esperan que las ventas de este año dupliquen las que se reportaron en la primera edición, aunque el crecimiento estará delimitado por la fluctuación del peso frente al dólar. En lo que va de 2015, el peso mexicano se ha depreciado más de 11% con respecto al billete verde.

Las compras se realizan de forma física, aunque también en línea. Sin embargo, hay casos de fraudes o incluso de ofertas que en realidad no lo son, por lo que las autoridades mexicanas han emitido diversos consejos y recomendaciones a los consumidores.

La Procuraduría Federal del Consumidor ha dispuesto un micrositio  para que los compradores puedan comparar precios, entablar quejas o consultar información y así evitar ser víctimas de abusos durante El Buen Fin 2015, que se realiza del viernes 13 al lunes 16 de noviembre.

Comercios participantes afirman que en estos días los consumidores podrán encontrar descuentos que van del 10 al 80 por ciento de descuento en miles de productos y servicios. Especialistas y autoridades, por otro lado, recomiendan comparar precios antes de adquirir algo y, sobre todo, en la euforia de las rebajas no sobrepasar su capacidad de pago.

Las autoridades esperan un incremento en el uso de las tarjetas de débito y crédito de 14 y 4.5 por ciento, respectivamente. Además, entre el 35 y el 40% de todas las compras que se hagan con tarjeta de crédito se harán pagando a meses sin intereses.