¿Quién es Jeanine Áñez, la opositora que se proclamó presidenta interina de la convulsionada Bolivia?
LA PAZ, Bolivia.- En una atropellada jornada en el Congreso, Evo Morales renunció y se asiló en México. La abogada de 52 años, una cara poco conocida fuera del país, aseguró haber tomado las riendas para pacificar a Bolivia tras las protestas que han desatado una profunda crisis política.
En cuestión de minutos, quien hasta esta tarde era la segunda vicepresidenta del Senado asumió primero la presidencia de ese órgano e instaló una sorpresiva sesión legislativa que estuvo integrada solo por senadores y diputados opositores y no contó con el quórum necesario ante la falta de los legisladores que apoyan a Morales, lo que podría avivar las tensiones en la nación.
"Ante la ausencia definitiva del presidente y del vicepresidente (...) conforme al texto y sentido de la Constitución, como presidenta de la Cámara de Senadores asumo de inmediato la presidencia del Estado prevista en el orden constitucional", pronunció.
Áñez, quien nació en el pequeño municipio de San Joaquín de Mamoré, en el departamento amazónico de Beni, ejerció la abogacía y el periodismo en un canal de televisión, convirtiéndose en una figura reconocida en la capital regional, Trinidad.
Madre de dos hijos, una mujer de 29 años y un varón de 24, Áñez saltó a la política en 2006 y fue durante dos años constituyente para la redacción de la nueva Carta Magna, que hizo aprobar en un referendo y firmó Morales en 2009. Un año después, llegó al Senado por la Alianza para el Progreso-Convergencia Nacional y, en 2015, por el Movimiento Demócrata Social, ambas fuerzas opositoras.
Fueron las fuerzas opositoras las que apoyaron la decisión de Áñez de asumir la presidencia interina de Bolivia en la Asamblea Legislativa, en medio del inédito vacío institucional ocasionado por las sucesivas dimisiones de autoridades que siguieron a la de Morales.
Carlos Mesa, el principal candidato opositor que se enfrentó a Morales en las elecciones pasadas y reclamó por un supuesto fraude, felicitó a través de su cuenta de Twitter a Áñez tras asumir la función ejecutiva.
En días pasados dimitieron el vicepresidente de país y presidente de la Asamblea Legislativa, Álvaro García Linera; la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra; el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, y el primer vicepresidente del Senado, Rubén Medinacelli, todos oficialistas.
Fue entonces que Áñez apareció varias veces en los medios con la voz quebrada y llorando, algo que ella ha explicado que no puede contener al ver los enfrentamientos sociales.
“Perdón que me quiebre. Ha sido muy duro, muy triste todo lo que hemos pasado estos días y me resulta muy difícil no estar en estas condiciones”, dijo Áñez en una de sus intervenciones.
Sin embargo, luego mostró firmeza como cuando exhortó en un vídeo al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, a dejar la pasividad que según ella tenía y coordinar con la Policía el control de los vándalos que causaron graves destrozos en varias ciudades del país tras la renuncia de Morales
La nueva presidenta dijo que convocará a las nuevas elecciones con figuras prominentes como jueces electorales con el objetivo de que el próximo 22 de enero Bolivia tenga un nuevo presidente para el período 2020-2025.
Poco antes de la sesión de Congreso, su hija, Carolina Ribera Áñez, dijo a Univision Noticias que nunca pasó por la cabeza de la senadora, ni por las de sus hijos que podía ascender a la Presidencia del país, “peor en un momento con tanta presión social y de enorme responsabilidad para la historia del país”.
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