Por $1,000 sicario mató a un fotoperiodista de Tijuana y su cómplice grabó el crimen con su celular
La “incomodidad” que generó en narcotraficantes de Tijuana la publicación de una serie de artículos sobre sus actividades criminales es una de las principales líneas de investigación del asesinato del fotoperiodista Margarito Martínez Esquivel, informó el fiscal de Baja California.
Martínez Esquivel, quien trabajaba para el semanario Zeta y otros medios, fue baleado fatalmente el pasado 17 de enero dentro de su coche, que estaba afuera de su casa en la colonia Camino Verde.
Al presunto sicario, Adrián Nicolás ‘N’, alias ‘El Uber’, le pagaron 20,000 pesos (menos de 1,000 dólares) y antes de cobrarlos tenía que presentar un video como prueba de que había efectuado el crimen, dijo el fiscal general del estado, Ricardo Carpio, en una conferencia de prensa el lunes.
Alias ‘El Uber’ es estadounidense, tiene 24 años y vive en Tijuana. Era buscado por las autoridades por tentativa de homicidio en un caso separado.
“Llegó hasta el domicilio del periodista Margarito Martínez… y al estar la víctima en su vehículo Ford Escort recibió los disparos que privaron de su vida... José Heriberto ‘N’, alias ‘El Huesos’, a distancia, grababa mientras se perpetraba dicho homicidio con su teléfono celular”, dijo Carpio.
Quien ordenó el asesinato fue Christian Adán ‘N’, apodado ‘Cabo 16’ y ‘El Jaguar’. Es integrante de la organización criminal conocida como ‘Los Cabos’, cuyos líderes están en la mirilla del gobierno de Estados Unidos por narcotráfico y su responsabilidad en más de 150 asesinatos en Tijuana en solo seis meses. Entre sus víctimas están dos estudiantes de preparatoria de San Diego, California.
La agencia antinarcóticos DEA asegura que ‘Los Cabos’ trabajan para el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero notas periodísticas señalan que ahora están con el clan de los hermanos Arellano Félix, que sigue operando en esa frontera.
¿Por qué grabaron el crimen?
El semanario Zeta publicó una serie de reportajes sobre ‘Los Cabos’. Además, Martínez Esquivel fue acusado falsamente de ser de páginas anónimas en las redes sociales que han difundido información sobre ese grupo criminal. La Fiscalía estatal indica que los traficantes sabían dónde vivía el fotoperiodista de Zeta y que lo estuvieron espiando unos días antes de quitarle la vida a balazos.
“Estamos afirmando que sí podría tener relación la actividad profesional que desempeñaba. Pero más allá… el hecho de que fuera muy conocido en el área donde vivía… Había animadversión por parte de los agresores respecto al trabajo que venía desarrollando Margarito… esto incluye también la posibilidad de que ellos consideraban que Margarito Martínez podría ser la persona detrás de ciertas publicaciones en diversos portales y medios”, dijo el funcionario en la conferencia.
El fiscal Carpio aseguró que Christian Adán ‘N’ le pidió a José Heriberto ‘N’ que contratara a un sicario para matarlo. Pagó poco más de 40,000 pesos (unos 2,000 dólares) y dio la orden de grabar el crimen.
“El propósito que tienen de tomar evidencia es justamente para poder comprobar (por) el dinero que van a recibir por llevar a cabo la encomienda que le dieron sus jefes. En este caso fue la indicación del apodado ‘El Jaguar’ o ‘Cabo 16”, señaló el funcionario.
El video ahora está en poder de la Fiscalía de Baja California como parte de la evidencia. Alias ‘Cabo 16’, su cómplice José Heriberto ‘N’ y el presunto sicario fueron detenidos en un operativo policial que se realizó el 25 de febrero. Arrestaron a otras siete personas y catearon seis domicilios, donde confiscaron armas y droga. Cinco de ellos fueron turnados a la Fiscalía General de la República (FGR).
‘Cabo 16’ tenía una orden de arresto por homicidio calificado en un proceso penal separado. En el lugar donde lo detuvieron encontraron un arma larga, una pistola y marihuana, de acuerdo con la fiscalía. Se esperaba que este martes él y sus cómplices fueran imputados en un tribunal de Tijuana como posibles autores materiales e intelectuales del crimen de Martínez Esquivel.
Hace unos días, en un puente peatonal de Tijuana apareció una narcomanta en la que denunciaban que el asesinato del fotoperiodista lo había ordenado David López Jiménez, alias ‘Cabo 20’, “porque piensa que le istraba las páginas donde solo hablan de él”. De acuerdo con medios locales, el mensaje fue firmado con las siglas “CDS”, como también se identifica el Cartel de Sinaloa.
“Los grupos delictivos generalmente se organizan en la clandestinidad, crean sus propias reglas y todo aquello que se le oponga o resista tendría una consecuencia negativa… Este caso no es la excepción”, dijo el fiscal Carpio, quien prometió seguir indagando para esclarecer este hecho.
“Vamos a llegar hasta donde tengamos que llegar”, afirmó.
