La inesperada amistad por carta entre los guerrilleros de las FARC y algunos colombianos

BOGOTÁ, Colombia.- Camila Robayo sintió una puñalada en el corazón cuando se enteró que Colombia rechazó un acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC. Tenía una tusa enorme, como le dicen en su país a la tristeza.
En los días de incertidumbre que siguieron a la derrota del acuerdo de paz en un plebiscito, Robayo participó en reuniones de activistas y leyó lo que pudo en internet sobre por qué su país había rechazado el fin de la guerra. Fue así como conoció de un grupo de ciudadanos que estaba enviando cartas a los guerrilleros. El objetivo era lanzarle un mensaje de apoyo y esperanza a la guerrilla para que no desistieran de sus negociaciones con el gobierno colombiano.
“Me parecio una iniciative perfecta para expresar lo que sentía en ese momento,” dice Robayo, que actualmente vive en San Francisco, California. “Y mas vivendo por fuera de Colombia y no pudiendo participar en las protestas que hubo en Bogotá".
El acuerdo de paz eventualmente se firmo en noviembre, poniendo fin a 52 dolorosos años de guerra. Y ahora una inesperada amistad esta surgiendo entre Robayo, y Leidy Velez, una guerrillera que recibió la carta escrita por Robayo a las FARC. La semana pasada Robayo recibió una respuesta de su nueva corresponsal.
“Quiero agradecerle por su vella (sic) carta,” Vélez le escribe a Robayo en la nota escrita a mano, el 18 de enero. “Debemos dejar el odio y el rencor. Todos merecemos una (nueva) oportunidad".
Más de 500 colombianos escribieron cartas de apoyo a los guerrilleros de las FARC después del plebiscito de octubre. La Fundacion Enlaza, uno de los organizadores del intercambio, dice que hasta el momento, han recibido respuestas de 81 guerrilleros que actualmente viven en un campamento transitorio en el departamento de Antioquia.
El intercambio está ayudando a romper barreras socioeconómicas, al poner a habitantes de las ciudades en o directo con guerrilleros de origen campesino que viven en zonas aisladas del país. Según los organizadores, el ejercicio también ha ayudado a algunos a percatarse de que tal vez tienen algo en común con los integrantes de las FARC.
“Hay un mensaje general de paz y reconciliación en las cartas”, dice Juana Oberlaender de la Fundación Enlaza. “Ambos estamos cansados de la guerra.”
Hace poco Oberlaender recibió una caja llena de cartas de un o que visitó un campamento de las FARC. Las escaneó y las publicó en una página de Facebook donde se promueve la iniciativa.
“Algunas cartas no están dirigidas a nadie en particular, así que decimos que son para todos”, afirmó Oberlaender en declaraciones a Univision Noticias.
Colombia firmó un tratado de paz con las FARC en noviembre. Como parte de ese acuerdo, el gobierno se ha comprometido a facilitar la reintegración de unos 7,000 excombatientes a la sociedad, ayudándoles a conseguir empleo, educación y servicios sociales.
Pero para muchos ciudadanos aceptar a los exguerrilleros en sus comunidades será una experiencia difícil. La guerrilla cometió cientos de crímenes atroces durante su lucha de cinco décadas contra el estado colombiano, incluyendo secuestros, bombardeos a poblaciones civiles y el reclutamiento de niños a sus filas.
Oberlaender espera que iniciativas como el intercambio de cartas ayuden a restaurar lazos de confianza entre ciudadanos y excombatientes. Dice que los participantes en el programa también están viendo que es posible comunicarse con alguien que tal vez tenga puntos de vista radicalmente distintos a los suyos: “Nuestro objetivo en últimas es crear un puente de comunicación entre ciudadanos y excombatientes”, dijo la directora de la fundación Enlaza.
Las cartas también ofrecen una vitrina al mundo de los guerrilleros, revelando al lector información sobre el nivel educativo de los excombatientes, sus aspiraciones y sus razones por haber empuñado las armas.
Una de las cartas que llego a la Fundacion Enlaza la semana pasada fue escrita por Nathalia, una guerrillera que se unió a las FARC a los 13 años, después de que un grupo de paramilitares atacó a su familia.
“Me puse a pensar siendo una niña de 13 años.. yo tambien tengo manos para empuñar un arma, pero a mí no me van a manipular más”, escribe Nathalia en su carta. “A nosotros nos tocó enfrentarnos por la necesidad y la desigualdad de este país".
Para Cecilia López, una profesora de secundaria que participó en el intercambio de cartas, los mensaje de los guerrilleros demuestran tenacidad y dureza.
“Pero también leí mucha ternura y necesidad de cariño, de perdón y amistad”, le dijo Lopez a Univision Noticias.
López dice que en su colegio varios profesores de sociales se están preparando para mostrarle las cartas a sus alumnos y discutirlas en clase: “Cada carta es como una pieza de un rompecabezas”, afirma López. “Es leer sobre esa otra realidad que también luchaba por la misma meta.”
Camila Robayo dice que el intercambio de cartas le hizo sentir que finalmente contribuyó con la paz y reconciliación en su país. El proceso de paz en Colombia fue negociado en su mayor parte por políticos y líderes guerrilleros que mantuvieron conversaciones por cuatro años en Cuba, lejos de la población colombiana.
“Fue la primera vez que hablé con alguien de la guerrilla”, asegura Robayo. “Y al recibir la carta de Leidy me di cuenta que, aunque fue doloroso ver cómo más de la mitad votó en contra del acuerdo, víctimas, comunidad internacional y exguerrilleros como Leidy están comprometidos con la paz”.
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