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    Los 5 mayores retos que enfrentará la (muy probable) primera presidenta de México

    México elige reemplazo para Andrés Manuel López Obrador el próximo domingo 2 de junio, en unas elecciones que casi seguro serán históricas porque darán el cargo una mujer.
    Publicado 29 May 2024 – 08:07 AM EDT | Actualizado 29 May 2024 – 09:02 PM EDT
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    México vive este domingo unas elecciones históricas. Y aunque eso se dice de casi todas, esta vez hay una buena razón: casi con toda probabilidad resultará en la primera presidenta de un país que, desde su independencia en 1821, solo ha tenido hombres como jefes de Estado.

    Así que, si los sondeos no han cometido un enorme error, la próxima persona al frente del gobierno de México será una mujer.

    Y más allá de los retos que ya representa ser la primera mujer en asumir el cargo, va encontrarse con enormes desafíos. Te los contamos.

    1. La inseguridad, un problema que no se resolvió con "abrazos" como prometió AMLO

    Muchos mexicanos ven la inseguridad como el reto más urgente para quien asuma la presidencia después de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

    La violencia del crimen organizado es un problema que México ha arrastrado por años y ha dejado más de 450,000 muertos desde que el conservador Felipe Calderón (2006-2012) lanzó una ofensiva militar contra el narcotráfico en 2006.

    López Obrador se propuso priorizar la atención sobre las causas de la violencia, como la pobreza y la desigualdad, antes que el ataque a las mafias, una política llamó "abrazos, no balazos".

    Sin embargo, la tasa de homicidios se mantiene arriba de 23 por cada 100,000 habitantes, superior al promedio latinoamericano, según el centro de análisis Insight Crime.

    Sheinbaum promete mantener la estrategia de López Obrador de atacar la criminalidad desde las raíces. Argumenta que frenar la violencia no es cuestión de "mano dura" y niega queel presidente se haya cruzado de brazos. Además, plantea nuevos programas sociales para jóvenes.

    Por su parte Gálvez ha puesto la inseguridad en el centro de su campaña bajo el lema "se acabaron los abrazos a los delincuentes". Plantea atrapar a los criminales más buscados con apoyo del ejército, construir una cárcel para los más peligrosos y mejorar los salarios de los policías para que no se corrompan.

    Sin embargo, el panorama en materia de seguridad para cualquiera de las dos que asuma la presidencia es poco alentador.

    “La herencia del presidente López Obrador en materia de seguridad es realmente preocupante puesto a que en su gobierno hubo un proceso paralelo. Por un lado, de empoderamiento de las organizaciones criminales, y por otro lado un debilitamiento de las instituciones del Estado responsables de la seguridad y la justicia”, dice Guillermo Valdés Castellanos, exmiembro del Consejo de Seguridad Nacional y del Gabinete de Seguridad Pública.

    “Las capacidades del Estado se hicieron más débiles y las organizaciones criminales, más violentas, extendieron su control territorial y, además, ganaron mucho en términos de control político”, dice Valdés a Univision Noticias.

    De acuerdo con Valdés poderosos cárteles como el Cártel Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa ejercen control en varias regiones del país y están involucrados en otros delitos como tráfico de migrantes, extorsión, secuestro y robo de combustible.

    “Las organizaciones criminales sienten que tienen carta blanca para actuar y no hay persecución sobre ellas porque el estado tiene menos capacidades”, dice. “Cualquiera que gane la presidencia va a enfrentar un problema más grave (de inseguridad) que hace cinco años”, agrega.

    2. La escasez de servicios de salud y medicamentos sigue enfermando a México

    Pese a la reciente promesa de AMLO de entregar en septiembre “el mejor sistema de salud pública del mundo”, la futura presidenta tiene grandes retos que afrontar en este sector.

    “Vamos a cumplir el compromiso de tener en septiembre el mejor sistema de salud pública del mundo: médicos generales, de lunes a domingo, en 11,000 centros de salud; especialistas en 635 hospitales; 100 por ciento de abasto de medicamentos, estudios, intervenciones quirúrgicas y todo de manera universal y gratuita”, dijo el mandatario en redes sociales el 20 de mayo, a pocos meses de dejar la presidencia.

    Sin embargo, el sector salud arrastra un problema estructural desde su formación hace 81 años por lo que reformarlo implicaría un gran desafío que no se resolverá de la noche a la mañana, opina Sergio Meneses, investigador en Ciencias de la Salud Pública.

    “El diseño del sistema de salud que tenemos es intrínsecamente discriminatorio y eso no lo podemos permitir”, dice Meneses a Univision Noticias. “Quien sea el nuevo presidente va a encontrar este problema, que no es un nuevo, pero se ha agudizado la segmentación y fragmentación del sistema… hay una especie de segregación en salud”.

    Además, la nueva presidenta tendrá que luchar contra las secuelas que dejo la pandemia de Covid 19 en el sector salud, como la mortalidad materna, los esquemas de vacunación incompletos y garantizar el abasto de medicamentos.

    “Los cambios que se hicieron (durante la pandemia) en el sector salud pudieron contribuir a disminuir el a los servicios, además de que la gente evitaba acudir a los hospitales, se dejaron de atender otros problemas de salud, y ahora es un tema que se tiene que atender”, dice Meneses.

    El próximo presidente “debe garantizar el abasto de medicamentos, pero particularmente aquellos que pueden significar la vida o la muerte para las personas, por ejemplo, los pacientes enfermos de cáncer. No es aceptable que no se pueda garantizar el a los medicamentos y a la atención médica completa”, dice el investigador.

    Para Meneses las propuestas de ambas candidatas en materia de salud son incompletas. “Sus ideas generales me parecen sensatas, pero muy limitadas”.

    3. La próxima presidenta tendrá que entenderse con Biden o Trump en temas de migración

    Algo que los tres candidatos a la presidencia de México tienen claro es que, de ganar las elecciones, tendrán que negociar las políticas migratorias con su homólogo en EEUU, ya sea que el demócrata Joe Biden se mantenga al frente de la Casa Blanca, o que el republicano Donald Trump regrese a la presidencia con la política antiimigrante con la que ha impulsado su campaña.

    El tema de la migración ha ganado notoriedad este año en que coinciden los comicios presidenciales de EEUU y México, y en el que se reportó un récord de más de 782,000 migrantes irregulares en 2023, un aumento anual de cerca del 77%.

    De acuerdo con cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación de México, la migración irregular interceptada por ese país casi se triplicó de forma interanual en el primer trimestre de 2024 hasta casi 360,000 personas, un incremento del 199.68 % frente al mismo periodo de 2023.

    Durante el debate presidencial en México, el pasado 19 de mayo, tanto Sheinbaum, como Gálvez y Máynez reconocieron que la labor del próximo presidente del México será más difícil si Trump gana la presidencia de EEUU y señalaron lo que a su parecer fue una mala actuación del gobierno de AMLO en materia de migración.

    “La política migratoria de Morena es hipócrita, la 4T se dobló ante Donald Trump aceptando la devolución de migrantes de otros países sin exigir que al menos hubiera una regularización de nuestros compatriotas que viven en Estados Unidos", sostuvo Gálvez.

    Mientras que Álvarez Máynez, dijo que “México necesita firmeza e inteligencia en su relación con Estados Unidos, más si llega un racista como Trump al poder. A Trump, Peña Nieto lo recibió y le hizo campaña, una vergüenza", opinó.

    Sheinbaum repitió en varias ocasiones que, de llegar a la presidencia atenderá el problema de raíz, que desde su perspectiva es la pobreza. “Lo importante es que nadie tenga que migrar por necesidad”, dijo.

    La candidata de Morena sostuvo que para controlar el flujo migratorio y garantizar de los derechos de los migrantes, podría fin a la sumisión de México hacia EEUU. "Se acabó la sumisión en la política exterior", expresó. Sin embargo, resaltó que continuará fortaleciendo la relación con EEUU y Canadá, pero en su gobierno también harán más relaciones con América del Sur.

    Para Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante, una organización especializada en migrantes que coopera con el gobierno mexicano, los tres candidatos tienen claro el desafío de que representará negociar con Trump, en caso de que gane, pero aún desconocen el panorama completo de esta problemática que afecta al país.

    “Van a tener que trabajar esa relación bilateral de forma más estratégica, porque creo que hemos aceptado algunas políticas y acciones de Estados Unidos que la verdad no debimos haber aceptado”, dice Rendón a Univision.

    “Se van a encontrar con un México que no ha tenido una política puntual en temas de migración y con un panorama en que la gente ya no solo pasa por México, sino que ahora se queda, muchas veces no porque quiera quedarse, sino por todas estas políticas impuestas en EEUU”, dice la especialista.

    De acuerdo con Rendón la actual política migratoria se centró en evitar que los migrantes cruzaran la frontera de EEUU, pero no se prestó atención a las poblaciones que se estaban quedando dentro de México.

    La experta dice que eso ha generado otros problemas en el país, como que los migrantes se integren al trabajo informal en México donde no gozan de prestaciones laborales y donde también se ven vulnerados sus derechos humanos.

    Rendón dice que en parte se debe por las instituciones mexicanas no trabajan en conjunto. “Tendrán que hacer reformas para que se puedan hacer algunos procesos más coordinados porque dentro de las instituciones se echan la bolita unos a otros y aquí lo importante es cómo fortalecer la política migratoria”.

    4. México, un país rezagado en educación tras la pandemia

    En lo que va del proceso electoral, los tres candidatos a la presidencia han demostrado una falta de atención a lo fundamental en sus propuestas educativas: la evaluación del rezago y abandono educativo a nivel nacional, el cual fue exacerbado con la pandemia de covid-19.

    De acuerdo con datos sobre la educación de la organización ‘México ¿cómo vamos?’, en 2022 hubo 25.1 millones de personas con rezago educativo, 2.8 millones más que en 2016.

    Estas cifras en gran parte se deben a que las estrategias para continuar con el ciclo escolar durante la pandemia se centraron en su mayoría en realizar las clases a través de internet, sin tener en cuenta que un gran número de la población no contaba con ese servicio.

    Poco después se implementaron clases por televisión, pero nuevamente se asumió que gran parte de la población contaba con esa tecnología, incluso con electricidad en sus viviendas. Por ello las organizaciones civiles ahora piden que cualquier estrategia en educación sea inclusiva para todos los sectores de la sociedad mexicana.

    “Es importante reconocer que la política social relacionada a la educación debe garantizar la inclusión de los grupos minoritarios para promover posibilidades de movilidad social y a educación superior en igualdad de condiciones que el resto de la población”, dice la ONG México, ¿cómo vamos?, dedicada a evaluar el comportamiento de las variables económicas del país.

    Pese a que el gobierno presumió que en el actual ciclo escolar hay 24,093,801 alumnos y 1,223,387 docentes de 229,379 escuelas públicas y particulares de preescolar, primaria y secundaria, la oferta escolar es insuficiente y la próxima presidenta deberá atender esa problemática.

    Según un reporte de 2023 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), entre el año 2022 y 2023, la cobertura educativa en México se redujo, ya que la tasa de escolarización en secundaria disminuyó del 95.4% al 94.7%; es decir, aún hay estados por incorporar al total de su población en edad de cursar la secundaria a la educación formal.

    “A nivel nacional, 4.5 % de la población no sabe leer ni escribir y esta situación se exacerba para personas indígenas y con discapacidad; para ambos grupos la tasa se triplica”, dice el reporte de México, ¿Cómo Vamos?

    5. ¿Una presidenta con perspectiva feminista?

    Que México elija a su primera presidenta en la historia será otro de los desafíos para la mujer que asuma el cargo ya que se esperará de ella que dirija su gobierno con más políticas con perspectiva de género o alineados con el pensamiento feminista.

    Además de que se le exigirá que atienda las problemáticas que afectan a las mujeres como el tema del aborto o los feminicidios con mano dura.

    Sin embargo, el triunfo de Sheinbaum o Gálvez no garantizaría un avance en políticas de género. Ninguna de las dos candidatas ha compartido propuestas concretas sobre aborto, aunque sí han planteado medidas de protección a la mujer en un país que anualmente registra decenas de feminicidios.

    “De hecho, lo que estamos viendo cada vez más son estrategias de los sectores conservadores para que haya una fachada de feminismo que se opone a la tradición feminista”, le dice a AP Pauline Capdevielle, Investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

    Un cambio verdadero, indica Capdevielle, arrancaría integrando verdaderas feministas al gobierno. “No es meter mujeres donde no había, sino politizar estos temas y realmente impulsar una transformación”.

    Para Capdevielle, entre las cuestiones que falta afianzar en la agenda de género de México destacan la participación de las mujeres en los procesos políticos y la justicia reproductiva.

    “Consolidar el derecho al aborto, que está lejos de ser una realidad para todas las mujeres” y garantizar educación sexual integral, a anticonceptivos, el derecho a la identidad autopercibida y los derechos de las personas LGBTQ.

    “El peso del presidente es que es el representante del pueblo mexicano y se esperaría que se manifieste expresamente a favor de los derechos humanos”, dice. “En el contexto en el que estamos, es muy peligroso que haya propuestas tan tibias porque el mensaje que manda es que entonces estos no son derechos fundamentales”, dice a AP Ninde Molina, abogada en Abortistas MX.

    A todo esto y más se enfrentará la próxima mujer que gane las elecciones a las que están llamados más de 98 millones de mexicanos para renovar más de 20,000 cargos, incluyendo la presidencia, los 500 diputados y los 128 senadores, así como nueve gobiernos estatales.

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