Esta escuela en decadencia se transformó en territorio de la MS-13
Violaciones, amenazas, riñas. En una escuela apenas a 10 millas de la Casa Blanca, la William Wirt Middle School en Riverdale, Maryland, los alumnos y profesores están atemorizados. Las señales de que un pequeño grupo de pandilleros de la MS-13 circulan por sus pasillos cada vez son más claras, según cuenta el diario The Washington Post.
Las peleas relacionadas con la pandilla son una rutina; la venta de drogas, la aparición de grafitis en los árboles cercanos a la escuela con las siglas "MS-13" y un agresivo reclutamiento de estudiantes centroamericanos son algunas de las señales que han llamado la atención, según contaron al diario más de una decena de maestros, jóvenes y padres.
Una de los enfrentamientos vinculado a la mara quedó en una grabación de celular. Eran dos adolescentes que habían sido amigos hasta que uno de ellos fue reclutado por la MS-13. Se trenzaron a golpes en un baño del tercer piso; uno golpeaba al otro en la cabeza: "Eso debió doler", comentó alguien al pie del video –con más de 400 vistas– colgado en Instagram el pasado 19 de abril, reporta el Post.
Un profesor quedó anonadado en una ocasión al principio del año escolar. Un grupo pequeño de estudiantes continuamente gritaba obscenidades, tiraba objetos por el salón, acosaba sexualmente a niñas en las aulas. Pronto se dio cuenta de que los mismos estudiantes dibujaban "MS-13" en papeles, escritorios y hasta en su propia piel.
Mientras eso pasa, el plantel de la escuela se niega a reconocer que algo pasa: "El director está al tanto de las preocupaciones sobre los pandilleros en la comunidad, pero no ha habido problemas en la escuela", dijo John White, vocero del sistema de escuelas del condado de Prince George.
Pero los profesores, por temor, se niegan a quedarse a solas con los estudiantes. Aseguran que han hecho reportes a la istración escolar sobre incidentes con los pandilleros, pero solo han sido ignorados.
"Los maestros se sienten amenazados y no son respaldados. Los estudiantes se sienten amenazados y tampoco son protegidos", dijo uno de los educadores. "La escuela es una bomba de tiempo".
Al mismo tiempo, muchos padres están transfiriendo a sus hijos a otras escuelas, pues contaron al diario que temían que pudieran hacerles daño o matarlos.
Una denuncia que nadie escuchó
Una estudiante de octavo grado denunció que había sido violada en el otoño por un compañero de la escuela que pertenece a la MS-13. El ataque ocurrió fuera de la escuela y ella lo denunció a la policía, pero luego se retractó por temor a nuevas agresiones. Los investigadores del condado de Prince George, en Maryland, dijeron que los señalamientos fueron infundados, pero la joven insiste en que ahora vive con miedo de que puedan atacarla a cuchilladas cuando camina por la calle.
"La MS domina la escuela", dice ella. "Pero nunca volví a decirle nada a los guardias porque no parece importarles".
El padre de la niña violada advirtió que "si no hacen algo va a haber una tragedia en este escuela".
Una madre dijo que había traído a su hijo a EEUU de bebé, escapando de la violencia en El Salvador, y ahora su hijo de 13 años, le dijo que MS-13 estaba tratando de reclutarlo en la William Wirt Middle School. Lo amenazaron con un cuchillo y lo obligaron a pelear. Ella también fue a la escuela para exigirle que hiciera algo.
La policía del condado se negó a hablar de las denuncias, pero según el Post, hasta el 1 de mayo habían sido llamados por este colegio unas 74 veces solo en este año escolar.
En total, cinco estudiantes han sido arrestados por agresiones, posesión de drogas y por ingresar a las instalaciones con rifles de aire comprimido con balines metálicos.
Decenas de escuelas en Virginia, pasando por Long Island y hasta Boston lidian a diario con la pandilla MS-13.
En su investigación, el diario asegura que de los miles de niños que han llegado solos a la frontera huyendo de la violencia en sus países, casi 5,000 se encuentran en el condado de Prince George desde 2012 y estudiando en sus escuelas. La gran mayoría de estos menores lleva una vida normal, pero algunos de ellos caen en la red de la MS-13.