De exponer los genitales hasta intentar arrancarles la ropa: el detalle de las 3 acusaciones contra el juez Kavanaugh

Difícil era predecir que la larga, aburrida y tediosa comparecencia del juez Brett Kavanaugh ante los del Comité Judicial del Senado para ser confirmado como nuevo magistrado de la Corte Suprema de Justicia iba a convertirse agresiones sexuales que en su juventud habría protagonizado Brett Kavanaugh.
En medio de la barahúnda política que ha creado esta nominación, hemos querido resumir la historia de estas mujeres, sus acusaciones y los detalles que han hecho públicos.

Julie Swetnick, la tercera mujer en denunciar al juez Brett Kavanaugh y primera en presentar una declaración juramentada en su contra, tiene 55 años y vive actualmente en Washington DC, aunque la mayor parte de su vida vivió en Maryland. Swetnick hizo su preparatoria en Gaithersburg y luego se graduó del Montgomery College.
Estudió astrofísica y ciencias de la computación en la Universidad de Maryland. Del año 2000 a 2014, trabajó en la Casa de la Moneda. También fue analista de datos para IBM, para el Departamento de Seguridad Nacional, el IRS, el Departamento de Justicia y del Tesoro.

Si bien Julie Swetnick ha dejado claro en su declaración que no fue agredida sexualmente directamente por el nominado a la Corte Suprema Brett Kavanaugh, especificó bajo juramento que se había convertido “en la víctima de una de esas violaciones de 'pandillas' o de 'trenes' en las que Kavanaugh y su amigo Mark Judge estuvieron presentes" en una fiesta en Washington DC, en 1982.

Ella asegura que Kavanaugh presentaba comportamientos “abusivos y físicamente agresivos” con las mujeres. Que bebía “excesivamente” en las fiestas a las que asistía en los suburbios de Maryland y que él y su amigo Mark Judge “alteraban las bebidas de las mujeres con alcohol o drogas para hacer que las mujeres perdieran la inhibición y la habilidad de decir no".
Swetnick especificó que estos esfuerzos de Kavanaugh tenían como fin que las mujeres pudieran ser violadas en pandilla, es decir, por numerosos chicos que hacían fila a las afueras de un cuarto para abusar a las jóvenes.

El testimonio de Julie Swetnick está soportado por una declaración juramentada, con lo que de inmediato su relato adquiere una presunción de veracidad hasta que no exista prueba que muestre su falsedad. Con este acto, Swetnick da señal de estar muy segura de sus acusaciones, porque de ser comprobadas como falsas acarrearían consecuencias legales para ella.
En su declaración, además, Julie Swetnick ha asegurado que compartió lo que le sucedió con al menos dos personas después del incidente.

Deborah Ramírez fue la segunda mujer en levantar su voz en contra del juez Brett Kavanaugh por una agresión sexual. Tiene 53 años, se crió como una “católica devota” en el estado Connecticut, pero vive actualmente en Boulder, Colorado. Estudio con Kavanaugh en la Universidad de Yale y se graduó en psicología y sociología en 1987. Por años, ha trabajado en organizaciones que apoyan a las víctimas de violencia doméstica.

Deborah Ramírez ha dejado muy claro que su memoria sobre los hechos es vaga porque estaba en estado de embriaguez, aún así, asegura tener recuerdos vívidos de lo que le pasó.
En un testimonio contado a The New Yorker, Ramírez contó que en una fiesta de la universidad ocurrida entre 1983 ó 1984, Kavanaugh se expuso ante ella con sus genitales desnudos, le puso el pene en la cara y se lo hizo tocar sin su consentimiento.
"No iba a tocar un pene hasta que me casara", dijo Ramírez, que se sintió "avergonzada y humillada".

Deborah Ramírez fue invitada por una amiga de su equipo de fútbol a una fiesta en uno de los dormitorios de la Universidad. Ella ha identificado que la fiesta sucedió en una de las habitaciones de Lawrence, del ‘Old Campus’ de Yale.
Estaban sentados en un círculo bebiendo. En un punto, uno de sus compañeros la señaló con un pene de plástico. Sin embargo, después de un rato, lo que tenía en frente suyo no era un pene falso sino uno de verdad. Ella intentó alejarlo y lo tocó. La mujer recuerda oír con claridad después de lo sucedido a alguien gritando por las escaleras: “Brett Kavanaugh ha puesto su pene en la cara de Debbie”.

Deborah Ramírez ha identificado a dos hombres que estaban en el cuarto con ella y fueron testigos de los hechos con nombres y apellidos, aunque no fueron hechos públicos por la revista The New Yorker a su pedido.
Por su parte, un compañero de clase de Ramírez, interpelado por el medio sobre lo sucedido y quien se negó a ser identificado, dijo que otro estudiante le había contado sobre el incidente y aseguró que está "cien por ciento seguro" de que le dijeron en ese momento que Kavanaugh era el alumno que se expuso ante Ramírez.
Pide que el FBI adelante una investigación.

Christine Blasey Ford es la primera mujer que habló en contra del juez Brett Kavanaugh al acusarlo por agresión sexual en un incidente ocurrido hace 36 años. Su declaración apareció justo en la semana en la que el Senado estaba en la audiencia para confirmarlo como magistrado de la Corte Suprema de Justicia.
Ford tiene 51 años, está casada y tiene dos hijos. Es profesora de psicología clínica en la Universidad de Palo Alto en California. Es Bioestadística, es decir, se ha especializado en el diseño y análisis de ensayos clínicos y otras formas de evaluación de intervención. Su trabajo ha sido publicado en varias revistas académicas. Ford también ha enseñado y trabajado en la Universidad de Stanford desde 1988. Se graduó de la escuela preparatoria Holton-Arms, en Bethesda, Maryland.

En una carta enviada a la senadora Dianne Feinstein y al Washington Post, Christine Blasey Ford narró cómo en un verano a principio de los años 80, Brett Kavanaugh y su compañero de clase en la Escuela Preparatoria Georgetown, Mark Judge, la acorralaron en una habitación durante una fiesta que se hizo en el condado de Montgomery. Mientras su amigo observaba, Ford describió cómo Kavanaugh la inmovilizó en una cama, la puso de espaldas, apretó su cuerpo contra el suyo e intentó torpemente quitarle su traje de baño de una sola pieza y la ropa que llevaba encima. Cuando ella trató de gritar, él puso su mano sobre su boca.
Ford dijo que pudo escapar cuando el amigo de Kavanaugh saltó encima de ellos, y los tres cayeron. Ella logró salir corriendo de la habitación, se encerró brevemente en un baño y luego huyó de la casa.

La profesora Christine Blasey Ford ha denunciado un hecho que ocurrió hace más de 30 años cuando ella era una adolescente de 15 años. Cree que Kavanaugh tendría 17 años y estaría terminando su último año de colegio. Ha especificado que su largo silencio se debió a heridas y dolores que quería evitar, sin embargo, lo que la ha alentado a salir públicamente a señalar al juez Kavanaugh, ahora que puede convertirse en magistrado vitalicio de la Corte Suprema del país, es que su “responsabilidad cívica” está superando su “angustia y su terror por las represalias".

Aunque hay una serie de detalles que permanecen difusos en la memoria de Ford, en 2002, hizo una primera mención de lo que le había ocurrido a un psicólogo en una terapia de pareja a la que asistía junto a su marido. En las notas del especialista no está el nombre de Kavanaugh, pero sí la siguiente descripción: “un joven de un colegio de élite que se había convertido en muy respetado y altamente reputado en la sociedad de Washington.
Ford mencionó a otros dos compañeros que habrían estado en esa fiesta, pero todos han negado haber asistido e incluso recordar el hecho. Antes de salir públicamente con el señalamiento, hizo una prueba en el polígrafo que dijo que su versión era honesta.
Pide que el FBI adelante una investigación.