Vicente Fernández, este era el secreto para cuidar su potente voz en el escenario
En el video de abajo podrás ver cómo es el impresionante rancho de Vicente Fernández, ahí reposará el cuerpo del cantante.
De acuerdo con 'Unicable', este era el secreto que guardaba Vicente Fernández para conservar la potente voz que poseía.
Según revela el portal de entretenimiento, el intérprete quería que su garganta estuviera lo más abierta posible para ofrecer inolvidables conciertos en el escenario a lo largo de México, Estados Unidos y Latinoamérica.
Además tenía cuidados durante sus giras, tan pronto llegaba a un aeropuerto se dirigía su hotel, visitaba el recinto en donde se iba a presentar para conocerlo, pero el día del espectáculo no salía para nada de su habitación, e incluso le llevaban sus alimentos hasta la puerta para evitar las corrientes de aire.
Según informó el medio, la fórmula que tomaba Vicente Fernández era miel con coñac.
Pero ese no es el único secreto que tenía ‘Chente’ para conservar su voz, en una entrevista que dio a Gustavo Adolfo Infante, el ‘Charro de Huentitán’ contó que en sus presentaciones se extendían por 3 horas en promedio, siendo una de 4 horas y media la que más recuerda.
Esa ocasión mencionó su icónica frase “Mientras no dejen de aplaudir, Chente no deja de cantar”. Dicha presentación se llevó a cabo un 15 de septiembre, cuando ofreció un espectáculo en la Arena Vicente Fernández, ubicada al lado de su rancho ‘Los Tres potrillos’.
Vicente Fernández no subía con copas encima al escenario
De igual forma, ‘Chente’ argumentó que no le gustaba llegar con alcohol en la sangre cuando ofrecía conciertos, sino que prefería tomar durante sus presentaciones, sobre todo porque el público lo invitaba.
El intérprete recordó en la conversación que entre las bebidas que alguna vez le ofreció su público se encontraba Brandy, coñac, diferentes alcoholes a la vez, motivo que le pareció un desaire despreciar alguno, pero nunca “hizo el ridículo” de caerse en un escenario, al contrario, deleitó hasta el último momento a sus más fieles seguidores.