La Isla Fraser, la mayor isla de arena del mundo
Un brazo de mar de doce kilómetros de ancho separa la Isla Fraser de la tierra firme del Este de Australia, sobre las aguas del Océano Pacífico, formando parte del Parque Nacional de Great Sandy. Esta isla mide ciento veintidós kilómetros de largo y su ancho varía entre los cinco y los veinticinco kilómetros. Su máxima altitud es de doscientos treinta y cinco metros. En ella la arena tiene una profundidad de entre treinta y sesenta metros por debajo del nivel actual del mar. El nombre que los nativos le daban en su lengua puede traducirse como Paraíso y no hay duda alguna de por qué fue bautizada de esa manera.
Paraíso de arena
Su bellísimo litoral costero está formado por más de 250 kilómetros de playas de blancas arenas y por playas oceánicas, con más de cuarenta kilómetros de acantilados arenosos con coloraciones sorprendentes. Cuenta también con hermosos ríos, destacándose el Eli Creek y el Wanggolba Creek.
Los elementos más singulares que presenta son las complejas formaciones de dunas que se encuentran aún en evolución, sus arrecifes arenosos, sus lagos dunares de agua dulce y los lagos asociados de llanura formados por depresiones de la superficie que se fractura haciendo que brote el agua salada del mar que está en el fondo. El abanico de los lagos dunares es excepcional por el número, la diversidad, la antigüedad y el magnífico testimonio que aportan de sus distintas etapas dinámicas y evolutivas.
Un maravilloso ecosistema
En este singular y sorprendente paisaje arenoso crecen densos bosques lluviosos que, desarrollándose sobre las dunas altas, le dan un aspecto único a la dorada isla. Esta asociación de bosques lluviosos creciendo sobre las altas dunas de arena está considerada como única en el mundo, al menos en este mismo estado natural, porque otros han sido plantados por el hombre y han prosperado pero en menor escala.
A lo largo de la costa noroeste de la Isla Fraser se encuentra una región marina de gran importancia para la ecología, ya que sus aguas constituyen un importante hábitat para animales en peligro de extinción, como lo son el dugong, las tortugas marinas de la Bahía Hervey y diversos cetáceos. También hay tortugas de agua dulce en el Lago Allom, numerosas especies de pájaros y alrededor de veinticinco variedades de mamíferos diseminados por toda la isla, entre ellos dingos y zarigueyas.
El turismo cuenta con las comodidades pertinentes y se pueden practicar un sinfín de deportes acuáticos, caminatas a través de los bosques, avistamiento de aves y nunca falta diversión, aunque siempre aunada a una gran tranquilidad porque se trata de preservar al máximo el estado silvestre de este ecosistema natural tan increíble.
¿Conocías la Isla Fraser? ¿Te gustaría ir a visitarla?