Todos tenemos sueños... eróticos

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Lo dijo Shakespeare: estamos hechos de la misma materia que ellos. Alfred Tennyson escribió que éstos son verdad mientras duran. Su importancia fue definitiva para los surrealistas. Freud los diseccionó en una de sus obras más importantes, La interpretación de los sueños.
Allan Hobson los define como la actividad mental que se experimenta como si fuera real, sin importar lo extravagante o absurdo que pueda presentarse. Pueden manifestar miedo, alegría o ira; además de sentirse como real, lo que se vive en el sueño puede ser suficientemente intenso para despertar al durmiente.
El terreno erótico no es la excepción: los sueños de contenido sexual son frecuentes, normales y forman parte de nuestro desarrollo psicosexual. Todos los tenemos; no son controlables, simplemente ocurren.
Lo que no expresamos despiertos
La sexóloga, terapeuta de pareja y consteladora familiar, Alessia Di Bari, explica que los sueños son una de las formas en las que el inconsciente saca a la luz lo que no expresamos en la vigilia; pueden ser problemas no resueltos o preocupaciones a las que les damos vuelta todo el día. En cuestiones eróticas, la entrevistada comenta que se pueden tener sueños de contenido sexual debido a que se estuvo fantaseando previamente con alguien o algo, pero también puede tratarse de una impresión muy fuerte causada por una plática, una película, un libro, así como de fantasías reprimidas. Con frecuencia indican deseos, así como anhelo de vivir nuevas experiencias; a veces, aunque con menor frecuencia, también son resultado de la insatisfacción y la frustración sexual.
Un aspecto fundamental para comprender los sueños es que el significado no es literal. Por eso suelen ser de contenido errático, absurdo, "loco" o, en este caso, lleno de prácticas sexuales que no realizamos habitualmente. "Si sueño que tengo relaciones con mi jefa, es una forma de ejercer dominio sobre ella simbólicamente", señala Di Bari. Si te interesa conocer más sobre los diversos significados (aunque tómalo con las muy debidas reservas), consulta aquí.
Como sabemos también es posible soñar con personajes famosos, maestros, colegas e incluso con nuestros padres y hermanos, en el último caso, no hay una interpretación definitiva y por lo tanto, la especialista refiere que su significado no debe generalizarse.
También señala que las ensoñaciones incestuosas pueden presentarse con relativa frecuencia y suelen resultar muy perturbadoras para quien las tiene, lo que sumado al fuerte tabú al respecto, son las que más se ocultan. Ante ellas, lo mejor es mantener la calma, pues como ya se dijo, no es un deseo literal, sólo una expresión de la mente y de la sexualidad, por lo que la sexóloga insiste: "Si sueño que abusan sexualmente de mí, no quiere decir que tengo esta fantasía y voy a salir a la calle a buscar que me violenten". El inconsciente usa un lenguaje lleno de representaciones y lo que ahí ocurre tiene un significado totalmente distinto en la realidad.
Todos somos soñadores
Los recordemos o no a la mañana siguiente, los sueños son la puerta a nuestra mente, en ellos no hay distinción de género; mujeres y hombres fantasean y tienen sueños eróticos con la misma frecuencia, aunque el contenido es distinto. En el caso de las féminas, las ensoñaciones más recurrentes son referentes a ataques sexuales, sumisión, o lo opuesto, soñarse como una mujer dominante que ejerce poder sexual sobre los demás.
Por su parte, el onírico es tan vasto que incluye amigos, colegas, ex parejas, vecinos, personas fallecidas o que nos desagradan; incluso las personas homosexuales pueden soñar apasionados encuentros con personas del otro sexo, y lo anterior no quiere decir que estén reprimiendo su heterosexualidad, o que su orientación cambiará, simplemente puede existir cierta curiosidad.
Si bien estos sueños pueden causar confusión o temor, es necesario recordar que no hay nada de malo en ellos, que no son una forma de infidelidad, que no se deben a estar enfermo, o a ser "pervertido", tampoco son pecado, síntomas de alguna enfermedad mental ni tienen carácter patológico.
Lo que recomienda Di Bari es verlos con curiosidad y aprender de ellos; incluso, si los recuerda al despertar puede escribirlos. Contrario a lo que señala todo tipo de información en Internet y revistas, la sexóloga enfatiza que cada caso es individual, así que "hacer generalidades es complicado y riesgoso. Necesitamos conocer el mundo de cada persona para encontrar el significado", concluye.
Al dormir, tenemos la posibilidad de ingresar a otro mundo, a un área a la que no tenemos cuando estamos despiertos. Tenemos hasta seis sueños cada noche, anotarlos es una excelente oportunidad para conocer mejor nuestros deseos, o los conflictos que nos aquejan, Freud lo dijo mejor: la interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente.
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