Cómo ayudar a tus hijos a hacer frente a las presiones que la sociedad les impone
Incluso en las mejores familias, la juventud es un período difícil, en especial durante los años de la adolescencia. Muchos jóvenes manifiestan que se sienten presionados de varias maneras: a tener relaciones sexuales, a estar delgados, a usar ropa de marca, a practicar ciertos deportes, a elegir determinadas carreras académicas, etc.
En este artículo analizo por qué las cosas son así y cómo puedes ayudar a tus hijos a hacer frente a la presión que la vida les impone.
Las fuentes de tanta presión
Esta época está marcada por la ansiedad y el estrés, los cambios en el seno familiar, la imposición de diferentes paradigmas de educación y disciplina. Por eso los seres humanos no sabemos demasiado bien a qué atenernos, y los jóvenes no son la excepción.
Por otra parte, los medios de comunicación ejercen una potente influencia durante las muchas horas que todos pasamos en o con ellos, pero especialmente los jóvenes.
Tanto la Asociación Médica Estadounidense como la Asociación Psicológica Estadounidense han certificado que hay una estrecha relación entre el hecho de que los jóvenes miren programas violentos o participen de videojuegos llenos de acción, muerte y desenfreno y su mal comportamiento en la escuela y el hogar. Tales malos ejemplos constituyen una gran presión en sí misma.
Más aun, los jóvenes suelen carecer de las habilidades necesarias para hacer frente a las influencias y a los cambios que se les presentan y si no se les brinda la guía y / o la contención necesarias pueden deprimirse, tener problemas de conducta en casa o en la escuela, o incluso adoptar ciertos mecanismos auto destructivos tales como la anorexia o cortarse los brazos.
¿Qué hacer?
No olvides que los jóvenes de hoy se enfrentan a presiones propias de esta época y que los problemas derivados de un mal manejo de las presiones de la vida no discriminan entre las diversas clases sociales.
Si sospechas que tu hijo / a está bajo demasiada presión no dejes de conversar con él, de escucharle, de acompañarle ni de consultar con un psicólogo infanto juvenil de confianza.
No te lo pierdas: Ayuda para que los jóvenes expresen sus emociones