6 cosas que nadie te dice sobre perder un embarazo
Desde que supiste que estabas embarazada, tu perspectiva de la vida cambió, reconsideraste muchas cosas y tu motivación diaria pasó a ser otra. Imaginaste situaciones distintas, el momento de saber el sexo, el día del nacimiento, el color de sus ojos... pero jamás imaginaste que pudiera acabar con un triste final.
La muerte de un hijo es lo peor que nos puede pasar, lo hayamos tenido con nosotras días, semanas o años, o solo lo hayamos llevado en nuestro vientre —como si decir «solo» fuera poco—. Perder un embarazo es una experiencia traumática para cualquiera. En los próximos días y semanas tendrás que atravesar distintas etapas para superar la pérdida.
1. Es más común de lo que crees
Por año el 1 por ciento de los embarazos no llegan a término y los bebés sufren de muerte intrauterina, mientras que los fallecimientos por anomalías representan 121 casos cada 100.000. Otro dato, entre el 10 y el 25 por ciento de los embarazos terminan en aborto involuntario.
Como ves, no estás sola, hay miles de madres que sufren lo mismo que tú y te comprenden.
2. Es un gran golpe económico
La pérdida de un embarazo entraña ciertos costos que no se tienen en cuenta como los del hospital, el entierro del niño, el psicólogo y, aunque no quieras creerlo, las comidas pedidas a domicilio también se suman a esto debido a que no vas a estar de ánimos para cocinar durante mucho tiempo. Es una pena, no tendría que ser así pero lamentablemente pasa.
3. No siempre vas a tener ganas de hablar del tema
A muchas mujeres les duele mucho hablar del tema con otras personas. Prefieren sufrir su duelo interiormente. Si no tienes ganas de contarlo, no te preocupes, no tienes por qué contárselo a todos, es algo muy íntimo y solamente tú tienes la potestad de decidir si lo cuentas o no y a quién.
4. En el hospital puedes despedirte de tu hijo
No permitas nunca que se lo lleven sin antes haberte tomado el tiempo necesario para decir adiós. Es una premisa obligatoria que debe ser cumplida por todos los hospitales y clínicas de maternidad.
Tomarse el tiempo necesario para la despedida puede ser un alivio inmenso dentro de la gran pena que se siente. También pide que te dejen vestirlo y sacarle algunas fotografías para tener de recuerdo. En muchos hospitales tienen las prendas adecuadas para ello, sobre todo si tienes que salir de escape y aún no armaste el bolso.
5. Tendrás fechas importantes para recordar
El día de la pérdida de tu embarazo y el de la fecha probable de parto quedarán grabadas a fuego en tu memoria. No podrás evitar pensar en todo lo que hubieras hecho con tu hijo de haber podido tenerlo entre tus brazos.
6. Siempre serás su mamá
Aunque no lo tengas contigo, siempre serás la madre de ese pequeño ser que partió a otro mundo. Desde el momento en el que decidiste ser madre hasta el último minuto, ¡todo cuenta! Así que cuando te sientas triste piensa que eres una mamá muy valiente que luchó todo lo que pudo para tener a su bebé.
Respeta tus tiempos, no te apresures a sentirte mejor si no lo sientes. La pérdida de un hijo como todo duelo consta de varias etapas que debes vivir una a una, sin saltear ninguna.