La sorprendente historia de la diseñadora que gana mucho más dinero que Beyoncé
Las condiciones no eran las mejores. Su esposo estaba desempleado y sombreros, que con entusiasmo había abierto a los 19 años.
Frente a la necesidad y tras notar que a la joyería hecha a mano le fue bien en su fracasado negocio, empezó a diseñar prendas en una habitación vacía de su casa. Después del nacimiento del bebé, se echó el muchacho encima y salió a la calle a vender sus creaciones.
“Cuando tuve mi primera colección, envolví a mi hijo en un cargador de tela y puse mis joyas en una caja de té”, relató Scott a la cadena BBC.
“Luego fuimos a tocar las puertas de las boutiques de Austin. Vendí todo el primer día. A partir de ese momento, tuve un negocio”, agregó la diseñadora de moda y joyería de 44 años.
Contrario a su primera aventura empresarial, en esta ocasión Scott llegó a la cima del éxito. Actualmente su compañía, Kendra Scott Design, está valorada en más de 1,000 millones de dólares y su fortuna personal se estima en 500 millones de dólares.
En la lista de 2017 de la revista Forbes de las Madonna (32), y las diseñadoras Tory Burch (30) y Vera Wang (29).
Nacida y criada en la ciudad de Kenosha, en Wisconsin, Scott empezó a estudiar en la Universidad de Texas, pero un año después abandonó los libros. Inspirada en la batalla contra el cáncer de su padrastro, estableció su primer negocio donde creó sombreros cómodos para mujeres que recibían tratamiento de quimioterapia. Movida por la experiencia familiar, donó una parte de las ganancias a los hospitales locales.
Tomó la mesa de diseño cuando notó que existía una gran brecha en el mercado: la mayoría de las prendas eran muy caras o muy baratas. No existía un estadio intermedio. Por eso, elaboró un plan sencillo: tratar de producir piezas de pedrería de calidad que ella, y otras mujeres, quisieran usar, a un precio más asequible.
“Toda mujer, sin importar su posición económica, quiere sentirse segura y hermosa”, apuntó.
Inicialmente, se dedicó a la venta al por mayor, pero en el 2010 cambió el modelo de negocios para incursionar en la venta al detalle. Abrió su primera tienda en Austin.
“Me centré en formar un equipo de personas talentosas para que me ayudara a hacer crecer el negocio. Siete personas de ese equipo original, todas mujeres, todavía trabajan conmigo hoy”, afirmó. En su ruta al éxito, nacieron otros dos hijos. Su primer matrimonio acabó en divorcio.
Actualmente, su empresa, que empezó con una inversión de 500 dólares, tiene 80 tiendas en los Estados Unidos y un domicilio en la web. La compañía tiene aproximadamente 2,000 trabajadores, 96 por ciento de los cuales son mujeres.
Aunque se encuentra en la cima de la montaña, Scott no olvida el compromiso social. El año pasado, según la BCC, la compañía donó 5 millones de dólares y miles de piezas de joyería a varias organizaciones benéficas, principalmente para mujeres y niños. Además, estableció el programa Kendra Cares, que promueve la creación de joyería entre los pacientes pediátricos.
“Aunque la joyería y la moda pueden parecer una industria superficial, lo veo como algo más importante, como una oportunidad para hacer el bien en nuestras comunidades”, concluyó.