La tradicional ceremonia del 'perdón del pavo', que han celebrado todos los presidentes de Estados Unidos durante el último cuarto de siglo, tiene su origen en la decisión de Abraham Lincoln de salvar a un pavo que iba a cenar su familia en 1863, a petición de su hijo Tad. Desde entonces cada año el presidente indulta uno o dos pavos en la Casa Blanca en la víspera de la celebración de Acción de Gracias.