Empezó la cumbre sobre cambio climático COP26 en Glasgow, Escocia, para intentar alinear acciones y agendas para combatir el calentamiento global. El evento llega apenas semanas después del último lapidario informe de la ONU sobre las catastróficas consecuencias que nos deparan si no logramos bajar las emisiones en la próxima década. Sigue las últimas noticias de la conferencia aquí.
Más de 80 países se han adherido a un compromiso de Estados Unidos y la Unión Europea para reducir las emisiones de metano en un 30% para fines de la década, dijo el martes la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Reducir el metano, un nocivo gas de efecto invernadero, en un tercio desde los niveles de 2020 "ralentizará inmediatamente el cambio climático", dijo von der Leyen en la conferencia climática COP26.
El metano sale especialmente de las operaciones de petróleo y gas natural y puede calentar la atmósfera más rápido que el dióxido de carbono en el corto plazo. El metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante después del dióxido de carbono, que se produce por la quema de petróleo y otros fósiles. El ganado y los vertederos de basura también producen metano.
La Casa Blanca dijo que son casi 90 países los firmantes del Compromiso Global de Metano. Estados Unidos y la Unión Europea se han sumado, mientras que algunos de los principales países contaminantes como China e India, aún no se han sumado.
Biden dijo que por primera vez, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) tenía la intención de limitar el metano proveniente de las plataformas gasíferas y petrolíferas en todo el país.
Estados Unidos tenía reglas federales para evitar fugas de metano de los pozos de petróleo y gas construidos desde 2015, pero el gobierno de Donald Trump las anuló. Ahora, el gobierno estadounidense trabaja para restaurar esas medidas ambientales.
Uno de los temas clave que se abordará este miércoles en la cumbre del clima en Glasgow tiene que ver con la financiación necesaria para reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.
Los países más pobres llevan tiempo pidiendo más ayuda a los más ricos para buscar fuentes de energía alternativas que no impacten en el ambiente, aún cuando son las naciones desarrolladas las principales responsables del aumento de la temperatura.
El mes pasado, los países ricos esbozaron un plan para aumentar la financiación y cumplir su promesa para 2023. Este martes, Japón prometió 10,000 millones de dólares adicionales en nueva financiación para ayudar a los países de Asia a reducir sus emisiones.
Las naciones en desarrollo se quejan porque los aportes no son suficientes. Hace una década, EEUU y la Unión Europea se comprometieron a dar 100,000 millones de dólares anuales a la financiación del clima, pero según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la cifra se acorta en decenas de miles de millones al año, dice un reporte del New York Times.
Se espera que el gobierno británico anuncie el compromiso de los mayores bancos y fondos de pensiones del mundo con el objetivo clave de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, informó The Guardian.
Son más de 450 instituciones financieras de 45 países en lo que pretende ser uno de los principales logros de los anfitriones de la cumbre.
Sin embargo, expertos y activistas citados por el diario británico ponen en duda las afirmaciones de Londres sobre la financiación, señalando que los bancos que se comprometen siguen siendo libres de invertir en combustibles fósiles.
Natalia Martín Cantero
GLASGOW, Escocia.- Reino Unido, Noruega, Alemania, EEUU y los Países Bajos, así como 17 donantes de EEUU se comprometieron a apoyar a los pueblos indígenas y a las comunidades locales y reconocer su papel crucial como “guardianes de los bosques” y para la prevención de la deforestación que alimenta el cambio climático.
A pesar de que istran la mitad de la tierra y cuidan del 80% de la biodiversidad del planeta, los pueblos indígenas y las comunidades locales reciben menos del 1% de los fondos destinados a reducir la deforestación.
El acuerdo firmado este martes en Glasgow trata de revertir la situación y poner de nuevo en el centro a los pueblos originarios, los guardianes de los bosques. Reino Unido, Noruega, Alemania, EEUU, los Países Bajos y 17 donantes estadounidenses se han comprometido a apoyar con 1,700 millones de dólares a los pueblos indígenas desde ahora y hasta 2025 en su papel como protectores del territorio y aliados en la lucha contra el cambio climático.
Los donantes también se comprometieron a entregar fondos directamente a las comunidades y prometieron un papel en la "toma de decisiones y el diseño" de los programas climáticos y los instrumentos de financiación. Como dijo Victoria Tauli-Corpuz, activista indígena y exrelatora especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas en la presentación de la medida en Glasgow, “no hay solución a los problemas de la naturaleza sin que los indígenas estemos en el centro”.
Parte de los fondos se destinarán a los pueblos indígenas y las comunidades que conforman la Alianza Global de Comunidades Territoriales, una coalición de organizaciones de América Latina, África y Asia, que representa a 35 millones de personas de 24 países.
“Este reconocimiento señala nuestro compromiso de proteger los bosques tropicales del mundo y a los que viven en ellos”, dijo lord Goldsmith, ministro del Reino Unido para el Pacífico y el Medio Ambiente. “ La evidencia de que los pueblos indígenas y las comunidades locales son los guardianes más eficaces es abrumadora. Invirtiendo en ellos y en sus derechos comunales, también vamos a hacer frente a la pobreza, la contaminación y las pandemias”.
Natalia Martín Cantero
GLASGOW, Escocia.- Organizar una cumbre del Clima, con visitantes procedentes de todas las esquinas del planeta es —asumimos— un reto logístico de dimensiones bíblicas. Hacerlo exitosamente en medio de una pandemia ha de ser la cuadratura del círculo.
Sin embargo, ninguno de estos dos factores son una sorpresa: los organizadores sabían que en esta esta cumbre se darían cita cerca de 30,000 personas de todo el mundo, y también que tendrían que lidiar con la emergencia sanitaria que lleva ya casi dos años con nosotros.Entonces, ¿ por qué este caos? Los organizadores dejaron ayer, en la primera jornada de la cumbre, a cientos de personas en la lluvia y el frío escoceses.
Por mi parte, he tenido que superar una yincana. La primera prueba es el test de covid-19: para acceder al recinto, es necesario hacerse un test rápido (a diario; el proceso ha de repetirse todas las jornadas), enviar el resultado a través de un formulario del Sistema Nacional de Salud (NHS) y esperar los resultados por email o SMS. Si suena sencillo es solo porque ahorramos al lector los mil y uno detalles farragosos que acompañan a este proceso.
Si consigues superar esa prueba, te espera una gigantesca cola que en la segunda jornada de la cumbre era de cerca de dos horas hasta llegar a los controles de seguridad (afortunadamente, hoy sin lluvia y temperaturas menos inclementes). Con algún detalle de película de espías incluido: si llevas una botella de agua, el personal de seguridad te obliga a dar un trago para comprobar que no eres una terrorista disfrazada de periodista.
Para tomar un bocadillo o un café, hay que esperar; para entrar en el baño hay que esperar; y para encontrar una plaza vacante en la sala de prensa, hay que tener buena suerte.
Y esperar.Tras el año y medio de distancia social y restricciones de todo tipo, estas aglomeraciones resultan mareantes. Y el derroche de mascarillas, toallitas higiénicas, material de limpieza de todo tipo —por no hablar de la obviedad del derroche de carburante que ocasionan los viajes para llegar hasta aquí, claro— invita a hacerse la gran pregunta: ¿realmente es necesario reunir a 30,000 personas en un mismo espacio para hablar de cómo reducir el cambio climático?
El gobierno de Joe Biden dio a conocer este martes un amplio conjunto de políticas de varias agencias federales destinadas reducir las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero, procedentes de las operaciones de petróleo y gas en todo el país.
Las propuestas representan uno de los esfuerzos más importantes del presidente Biden hasta ahora para combatir el cambio climático, reportó el diario The Washington Post.
Las nuevas normas serían anunciadas este martes por Biden en las deliberaciones de la cumbre del clima en Glasgow (COP26), según adelantó el diario The New York Times.
En el centro del anuncio se encuentra una normativa de la Agencia de Protección del Medio Ambiente que obligaría a las empresas petroleras y de gas a detectar, controlar y reparar con mayor precisión las fugas de metano de los pozos nuevos y existentes, las tuberías y otros equipos, detalló CNN.
La EPA también propone obligar a las empresas petroleras la captura del gas natural que se encuentra junto al petróleo y que a menudo se libera a la atmósfera.
Es la primera vez que el gobierno federal se plantea limitar el metano procedente de aproximadamente un millón de plataformas petrolíferas y de gas existentes en todo Estados Unidos.
El de la agencia, Michael Regan, dijo en un comunicado que "con esta medida histórica, la EPA se ocupa de las fuentes existentes de la industria del petróleo y el gas natural en todo el país, además de actualizar las normas para las nuevas fuentes, con el fin de garantizar reducciones sólidas y duraderas de la contaminación en todo el país".
El metano es capaz de calentar la atmósfera 80 veces más rápido que el dióxido de carbono a corto plazo.
El gobierno federal tenía anteriormente normas que pretendían evitar las fugas de metano de los pozos de petróleo y gas construidos desde 2015, pero fueron anuladas por el gobierno de Trump.
Este martes se firmará el primer gran acuerdo en la cumbre mundial sobre cambio climático COP26 de Escocia: detener la deforestación para el año 2030, informó la BBC.
La tala indiscriminada de árboles es considerada una amenaza importante para el cambio climático y Brasil, cuya selva amazónica ha padecido por dicha actividad, será uno de los países participantes.
Se espera que los líderes de más de 100 naciones, cuyos territorios abarcan alrededor del 85% de los bosques del mundo, firmen este prometedor pacto ambientalista. El acuerdo incluirá mayores inversiones para proteger y restaurar los bosques, advirtiendo que estos son “los pulmones de nuestro planeta”.
Según la BBC, los gobiernos de 28 países se comprometerán a eliminar la deforestación del comercio de productos como el cacao, la soya y el aceite de palma.
El presidente Joe Biden se disculpó frente a los líderes mundiales en la cumbre sobre el cambio climático de Glasgow.
"Sé que no ha sido el caso y es por eso que mi istración está trabajando horas extras para demostrar que nuestro compromiso climático es acción, no palabras".
Luego, en un evento más pequeño, Biden pidió disculpas directamente.
Trump sacó a EEUU del Acuerdo de París, respondiendo a una exigencia de los sectores más conservadores que niegan el cambio climático y que creen que las acciones para frenar el daño ambiental pueden perjudicar la economía estadounidense.
Biden lo hizo sin mencionar a su antecesor, el expresidente Trump, aunque sí con referencia a la anterior istración. El mandatario reconoció que en el pasado Estados Unidos no trabajó en la lucha contra el cambio climático pese a ser uno de los países del mundo (junto con China) que más emisiones de gases generan.
En ese mismo discurso, Biden anunció el lanzamiento de un "plan de emergencia presidencial para la adaptación y la resiliencia" frente al cambio climático.
La cumbre es considerada como una de las cumbres climáticas más importantes y cruciales para intentar corregir el rumbo del desastre climático.
Biden advirtió que el cambio climático ya está "devastando el mundo".
La reina Isabel II de Inglaterra instó a los líderes mundiales a crear un "futuro más seguro y estable" para el planeta.
En un mensaje dado a conocer en video, pidió a los delegados de la Cumbre del Clima que se lleva a cabo en Escocia a "elevarse por encima de la política del momento".
La monarca aseveró que "el tiempo de las palabras ahora se ha trasladado al tiempo de la acción".
La reina Isabel II decidió no participar en la cumbre luego de la recomendación de sus médicos tras someterse a unos exámenes de rutina.
El presidente Joe Biden ha protagonizado una de las anécdotas de la Cumbre del Clima al cerrar los ojos durante unos segundos mientras escuchaba uno de los discursos de la COP26.
El vídeo se ha hecho viral en redes sociales y medios internacionales se han hecho eco de él.
En la imagen, Biden parece luchar para mantener los ojos abiertos hasta que se queda con ellos cerrados unos 30 segundos, cuando otro asistente llamó su atención para comentarle algo.
Biden acaba de llegar este lunes a Glasgow, Escocia, donde el horario es cuatro horas por delante que el ET de Washington DC.
El presidente crisis climática debe verse como "una increíble oportunidad" para todas las economías del mundo.
"Dentro de la creciente catástrofe creo que hay una increíble oportunidad, no solo para Estados Unidos, sino para todos nosotros", afirmó ante los líderes de 120 países reunidos en un encuentro calificado como clave para salvar al planeta del cambio climático.
Biden llamó a la unidad para luchar contra la que se considera la mayor amenaza contra la especie humana, que es la catástrofe climática que se avecina si los niveles de emisiones de gases que están impulsando el calentamiento del planeta no se controlan drásticamente.
"Podemos mantener el objetivo de limitar el calentamiento global a solo 2.7 grados F (1.5 grados centígrados) si nos unimos, si nos comprometemos a hacer nuestra parte en cada una de nuestras naciones... COP26 tiene que ser el puntapié inicial de una década de innovación para preservar nuestro futuro compartido", aseguró Biden.
Biden enfatizó en que el cambio climático "ya está aquí". "Ya está devastado el mundo... no es hipotético, sino que está destruyendo la vida y los medios de subsistencia de las personas... Si no logramos aprovechar este momento tendremos una creciente catástrofe".
Este gráfico publicado por la agencia sa de noticias AFP, muestra como se proyectan las emisiones de CO2 (gases de efecto invernadero que están disparando el calentamiento de nuestro planeta) hasta 2030 según los objetivos anunciados, las políticas actuales y las emisiones necesarias para limitar el calentamiento a 2.7 grados F (2ºC y 1,5ºC).
La COP26 de Glasgow tiene como objetivo desarrollar el Acuerdo de París de hace seis años, que fijó como gran objetivo limitar el calentamiento del planeta a 2.7 grados F (1,5 ºC).
Pero la realidad es que la Tierra se dirige a un aumento de 2,7 ºC, y con esas cifras, su clima, sus ecosistemas, entran en "territorio desconocido", según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El mundo emite anualmente más de 50 gigatoneladas de gases de efecto invernadero, según cálculos de la ONU. Una gigatonelada representa 1,000 millones de toneladas.
"Nuestros estudios indican que se producirá un incremento de emisiones del 16% en 2030, cuando deberíamos registrar una reducción del 45%", resumió la secretaria ejecutiva del órgano de la ONU para el cambio climático, la mexicana Patricia Espinosa.
El príncipe Carlos intervino en la apertura de la COP26, en substitución de la reina Isabel II, de 95 años, que "guarda reposo" por consejo médico.
Carlos llamó a las empresas a sumarse al esfuerzo mundial. "Necesitamos una amplia campaña... para reunir la fuerza del sector privado mundial" que "dispone de billones" de dólares para luchar contra el cambio climático.
"Los ojos y las esperanzas del mundo están sobre ustedes", dijo Carlos a los líderes de la conferencia.